A la mejor madre del mundo
Poema publicado el 02 de Junio de 2012
Madre porque no me contestas
y estas como la nieve blanquita.
Y dormidita tu candidez me muestras
en silenciosas retretas a flor de margarita.
Madrecita hoy te veo muy hermosa
como una diosa que de blanco viste
y existe como tú una flor llamada rosa;
madre esplendorosa, dime porque hoy estoy tan triste.
Madre porque insiste tu empeño y estas tan callada,
no dices nada, antes al verme alegrabas tu corazón,
o sin razón es que hoy estás conmigo enojada.
Madre amada, acaso no vas a darme tu bendición.
Tu frágil corazón por tus hijos siempre ha latido
y hoy está dormido por nuestra ingratitud.
Esta multitud llora por tu alma que ha partido
y voces me dicen al oído que este es tu ataúd.
Madre, con tu partida nublas nuestra existencia,
existencia que tú nos diste y cuidaste con tus manos.
Que será de mi, de mis hermanos sin tu presencia,
en esencia estos casos para mí son inhumanos.
Madrecita mía, tú serás como una cruz
que cuida muestras vidas desde el cielo
dando un consuelo a tus hijos como una luz;
que en tus plegarias lo harás con mucho anhelo.
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Poema publicado el 02 de Junio de 2012
Madre porque no me contestas
y estas como la nieve blanquita.
Y dormidita tu candidez me muestras
en silenciosas retretas a flor de margarita.
Madrecita hoy te veo muy hermosa
como una diosa que de blanco viste
y existe como tú una flor llamada rosa;
madre esplendorosa, dime porque hoy estoy tan triste.
Madre porque insiste tu empeño y estas tan callada,
no dices nada, antes al verme alegrabas tu corazón,
o sin razón es que hoy estás conmigo enojada.
Madre amada, acaso no vas a darme tu bendición.
Tu frágil corazón por tus hijos siempre ha latido
y hoy está dormido por nuestra ingratitud.
Esta multitud llora por tu alma que ha partido
y voces me dicen al oído que este es tu ataúd.
Madre, con tu partida nublas nuestra existencia,
existencia que tú nos diste y cuidaste con tus manos.
Que será de mi, de mis hermanos sin tu presencia,
en esencia estos casos para mí son inhumanos.
Madrecita mía, tú serás como una cruz
que cuida muestras vidas desde el cielo
dando un consuelo a tus hijos como una luz;
que en tus plegarias lo harás con mucho anhelo.
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