La casa de abuela
Poema publicado el 18 de Abril de 2012
Abuela, te recordé en estos días con mucha melancolía y decidí escribirte esta poesía en tu semblante abuela está plasmada la alegría de una familia tan bella como es la mía.
Abuela, te observo en esa foto tan alegre y tan bonita que yo se que desde el cielo me estás viendo ahorita; habla conmigo abuela, habla conmigo en el día, habla conmigo ahora pues tengo melancolía, échame un cuento abuela prepárame una arepita y llámame a desayunar con una "boñonita".
¡Que tiempos tan bellos esos, esos que añoro ahorita esos mismos tiempos cuando tú eras jovencita! no sabes cómo te extraño abuela de mi niñez y a esa bendición tan linda que me dabas al correr por tu casa de Caracas en mi Caracas de ayer.
Esa casa tan bonita que recuerdo todo el día la que con su amable puerta a mi me recibía y a su timbre inmemorial que lo escucho todavía y que cada vez que llego a tu casa de visita pulso, pulso abuela para escuchar tu risa.
Y en el umbral de la puerta cuando esta se abre y rechina se siente la esencia tuya y la de toda la familia. Si observo hacia la derecha está la sala tendida lista para recibir a todas las visitas, las escaleras al frente al estilo rococó y la madera que cede al paso de todos nosotros esos mismos escalones donde jugué con mis primos a los náufragos perdidos al Simbad el marino.
Detrás de las escaleras esta el comedor formal el que se usaba solo para festejar las fechas más importantes que la vida nos pueda dar como bodas y bautizos, cumpleaños, graduaciones, navidades y parrandas ¡Ay que gran galardón! con su cestica de nueces y uno de tus panetónes, no sabes cómo te extraño, pauso en el comedor.
Al observar hacia la ventana la cual enmarca al mesón me acuerdo de tus jardines llenos de verde y color y la imagen que mas resalta en toda mi imaginación es la de tus orquídeas preciosas que bailaban en el sol como bailarinas hermosas, danzarines de tu corazón.
Extraño la casa abuela y te extraño mucho más a ti desde aquel día tan triste en que te tuviste que ir de mi mundo imaginario en el cual te conocí, ese mundo perdido que se fue y ya no está aquí en donde había un jardín lleno de flores de Liz, con un cuarto rojo lleno de luz para mí con un sacapuntas verde el cual todavía está allí, y tu cocina azul lista para compartir con la nevera blanca la cual se reúsa a no servir y el tocadiscos insonoro al cual siempre quise oír y a lo lejos tus loros los que no me dejaban dormir; ese es el sitio que extraño la casa en la cual crecí en donde todo era fantástico para un niñito feliz.
Te quiero mucho abuela, no te olvido…
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Poema publicado el 18 de Abril de 2012
Abuela, te recordé en estos días con mucha melancolía y decidí escribirte esta poesía en tu semblante abuela está plasmada la alegría de una familia tan bella como es la mía.
Abuela, te observo en esa foto tan alegre y tan bonita que yo se que desde el cielo me estás viendo ahorita; habla conmigo abuela, habla conmigo en el día, habla conmigo ahora pues tengo melancolía, échame un cuento abuela prepárame una arepita y llámame a desayunar con una "boñonita".
¡Que tiempos tan bellos esos, esos que añoro ahorita esos mismos tiempos cuando tú eras jovencita! no sabes cómo te extraño abuela de mi niñez y a esa bendición tan linda que me dabas al correr por tu casa de Caracas en mi Caracas de ayer.
Esa casa tan bonita que recuerdo todo el día la que con su amable puerta a mi me recibía y a su timbre inmemorial que lo escucho todavía y que cada vez que llego a tu casa de visita pulso, pulso abuela para escuchar tu risa.
Y en el umbral de la puerta cuando esta se abre y rechina se siente la esencia tuya y la de toda la familia. Si observo hacia la derecha está la sala tendida lista para recibir a todas las visitas, las escaleras al frente al estilo rococó y la madera que cede al paso de todos nosotros esos mismos escalones donde jugué con mis primos a los náufragos perdidos al Simbad el marino.
Detrás de las escaleras esta el comedor formal el que se usaba solo para festejar las fechas más importantes que la vida nos pueda dar como bodas y bautizos, cumpleaños, graduaciones, navidades y parrandas ¡Ay que gran galardón! con su cestica de nueces y uno de tus panetónes, no sabes cómo te extraño, pauso en el comedor.
Al observar hacia la ventana la cual enmarca al mesón me acuerdo de tus jardines llenos de verde y color y la imagen que mas resalta en toda mi imaginación es la de tus orquídeas preciosas que bailaban en el sol como bailarinas hermosas, danzarines de tu corazón.
Extraño la casa abuela y te extraño mucho más a ti desde aquel día tan triste en que te tuviste que ir de mi mundo imaginario en el cual te conocí, ese mundo perdido que se fue y ya no está aquí en donde había un jardín lleno de flores de Liz, con un cuarto rojo lleno de luz para mí con un sacapuntas verde el cual todavía está allí, y tu cocina azul lista para compartir con la nevera blanca la cual se reúsa a no servir y el tocadiscos insonoro al cual siempre quise oír y a lo lejos tus loros los que no me dejaban dormir; ese es el sitio que extraño la casa en la cual crecí en donde todo era fantástico para un niñito feliz.
Te quiero mucho abuela, no te olvido…
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