Sed de amor.
Poema publicado el 15 de Noviembre de 2011
El mundo tiene sed de amor, y llora todos los días, por conseguir a alguien que lo quiera todo el día, el mundo tiene sed de amor y se la pasa en agonía porque sabe en su tristeza esta solo todo el día.
Triste, sola agonía se vierte toda en un vaso, y olvidada y extinguida queda toda la alegría de este mundo en fracaso.
¿Quien puede ofrecer un vaso para saciar esta sed? el agua de manantial puede ser o un jugo de frutas frías también podría satisfacer.
En las paredes del vaso acato a poder ver todas las penas del mundo moviéndose en un vaivén; como témpanos de hielos que se hunden sin saber en el torbellino frío y en la tormenta de hiel que ocurre dentro del frasco que trata de saciar la sed.
Y en el sudor de este vaso y en cada gota de hiel, yo también alcanzo a ver como las penas del mundo terminan por caer deslizándose en carrera al final del mundo cruel para fundirse todas en guerras, odios y despairs.
Y si observo con cuidado, también alcanzo a ver, como la avaricia y el odio y la intolerancia del ser día a día acaban con mi mundo fiel.
Y en la sublimación del hielo a su estado de vapor todo el horror del mundo flota a su alrededor, como fantasma que asustan, como los diablos de Moloch tal como los jinetes de esa historia de rencor que termina en tristeza y en destrucción.
Y el vaso queda vacío, y solo sobre el mesón, sin un suspiro de aliento sin una gota de amor, mi mano yo la contraigo y pienso en mi corazón, que triste y vacío es mi mundo en donde no existe el amor por los hermanos y hermanas donde hay mucho rencor, por el ambiente y las selvas donde hay mucha destrucción, por las sociedades enteras donde existe la invasión, por la falta de respeto que existe en Washington.
Y el vaso queda quebrado y solo sobre el mesón; pero me reusó a dejarlo sediento y sin amor, y entonces cierro mis ojos, y pienso con mi corazón, y rio con las doncellas, y salto con satisfacción, y corro con las estrellas, y nado con el amor, y rio con los océanos y disfruto del resplandor de todas las lunas llenas, de todo a mi alrededor.
Una lagrima de alegría brota de mi corazón para trocar yo en ella la alegría y el amor, llenando así el vaso, vacio sobre el mesón.
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Poema publicado el 15 de Noviembre de 2011
El mundo tiene sed de amor, y llora todos los días, por conseguir a alguien que lo quiera todo el día, el mundo tiene sed de amor y se la pasa en agonía porque sabe en su tristeza esta solo todo el día.
Triste, sola agonía se vierte toda en un vaso, y olvidada y extinguida queda toda la alegría de este mundo en fracaso.
¿Quien puede ofrecer un vaso para saciar esta sed? el agua de manantial puede ser o un jugo de frutas frías también podría satisfacer.
En las paredes del vaso acato a poder ver todas las penas del mundo moviéndose en un vaivén; como témpanos de hielos que se hunden sin saber en el torbellino frío y en la tormenta de hiel que ocurre dentro del frasco que trata de saciar la sed.
Y en el sudor de este vaso y en cada gota de hiel, yo también alcanzo a ver como las penas del mundo terminan por caer deslizándose en carrera al final del mundo cruel para fundirse todas en guerras, odios y despairs.
Y si observo con cuidado, también alcanzo a ver, como la avaricia y el odio y la intolerancia del ser día a día acaban con mi mundo fiel.
Y en la sublimación del hielo a su estado de vapor todo el horror del mundo flota a su alrededor, como fantasma que asustan, como los diablos de Moloch tal como los jinetes de esa historia de rencor que termina en tristeza y en destrucción.
Y el vaso queda vacío, y solo sobre el mesón, sin un suspiro de aliento sin una gota de amor, mi mano yo la contraigo y pienso en mi corazón, que triste y vacío es mi mundo en donde no existe el amor por los hermanos y hermanas donde hay mucho rencor, por el ambiente y las selvas donde hay mucha destrucción, por las sociedades enteras donde existe la invasión, por la falta de respeto que existe en Washington.
Y el vaso queda quebrado y solo sobre el mesón; pero me reusó a dejarlo sediento y sin amor, y entonces cierro mis ojos, y pienso con mi corazón, y rio con las doncellas, y salto con satisfacción, y corro con las estrellas, y nado con el amor, y rio con los océanos y disfruto del resplandor de todas las lunas llenas, de todo a mi alrededor.
Una lagrima de alegría brota de mi corazón para trocar yo en ella la alegría y el amor, llenando así el vaso, vacio sobre el mesón.
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