El arbol.
Poema publicado el 28 de Agosto de 2011
Roberto Reyes Cortés.
-----------EL ARBOL.---------
--------------V.----------------
Un árbol en la calle llora,
pues nació en la calzada;
en la esquina gime solo,
se lamenta sin parar,
sus raíces se clavaron
y su tronco es una sombra,
que da fresco a un portal.
Por la mañana despierta
con un sonido de pájaros,
que en sus ramas anidaron
y comienzan a cantar.
Mas el árbol que los oye,
no los puede soportar,
toda la noche ha soñado
que va a adentrarse en la mar,
navegar en una barca
y sus confines andar.
Pero se encuentra enterrado
en el suelo sin lograr,
desprenderse de esa cárcel
que lo ata a un lugar.
Pobre árbol apresado
por el suelo y el pesar,
solo mira a las gaviotas,
y las hojas y las nubes,
que con los vientos de otoño,
se marcharon a volar.
Mas de pronto con el hacha
el leñador del lugar,
asesta la honda herida
en su tronco y otra más,
pues el árbol fue elegido,
para aserrar con su cuerpo
varias tablas y formar
una barca marinera,
la que pueda navegar,
alejada de la playa
para remar y remar.
Así el árbol aquél,
que miraba en la calzada,
floreando en la madrugada,
hoy es tabla de una barca
que navega en alta mar.
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Poema publicado el 28 de Agosto de 2011
Roberto Reyes Cortés.
-----------EL ARBOL.---------
--------------V.----------------
Un árbol en la calle llora,
pues nació en la calzada;
en la esquina gime solo,
se lamenta sin parar,
sus raíces se clavaron
y su tronco es una sombra,
que da fresco a un portal.
Por la mañana despierta
con un sonido de pájaros,
que en sus ramas anidaron
y comienzan a cantar.
Mas el árbol que los oye,
no los puede soportar,
toda la noche ha soñado
que va a adentrarse en la mar,
navegar en una barca
y sus confines andar.
Pero se encuentra enterrado
en el suelo sin lograr,
desprenderse de esa cárcel
que lo ata a un lugar.
Pobre árbol apresado
por el suelo y el pesar,
solo mira a las gaviotas,
y las hojas y las nubes,
que con los vientos de otoño,
se marcharon a volar.
Mas de pronto con el hacha
el leñador del lugar,
asesta la honda herida
en su tronco y otra más,
pues el árbol fue elegido,
para aserrar con su cuerpo
varias tablas y formar
una barca marinera,
la que pueda navegar,
alejada de la playa
para remar y remar.
Así el árbol aquél,
que miraba en la calzada,
floreando en la madrugada,
hoy es tabla de una barca
que navega en alta mar.
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