La muerte en el rio.
Poema publicado el 28 de Abril de 2013
Roberto Reyes Cortés.
5º.reyes
rreyescortes@hotmail.com
LA MUERTE EN EL RIO.
-------------V------------
Va llorando el río
su canción nocturna,
la luna en el cielo
se volvió un espejo.
El Cenzontle viejo
mira con tristeza
como se deslizan
las hojas quemadas.
La furia del viento,
ha vuelto pedazos
el que fue su nido,
solo es una barca
de musgo podrido.
La noche y sus sombras
son como arenillas
que viajan rodando
llenas de nostalgia
por sus dos mejillas.
Se llenan los ojos
de un llanto profundo
y se oyen chillidos
antiguos de ardilla.
Pero el río canta
su canción dolida
se va caminando
como aves y llanto.
La tempestad brama
con furia implacable,
anda como fiera,
y todo lo acaba.
Tiemblan en mi cuerpo
los miedos profundos,
sus ruinas lejanas;
son almas sin dueño,
hoy parecen nubes
puestas de cabeza,
una mar abierta,
con el sol ardiendo.
Ando repasando
sitios conocidos
sin remordimientos,
porque a tal distancia
el hogar que tuve
se volvió de vidrio.
Se fueron mis sueños
y ya no hay tristeza,
porque no hay sonidos,
se fueron perdidos
en un cuerpo frio
que con manto negro
lo cubre el olvido.
Porque he comprendido
que no existe nada,
que todo se acaba,
que el viento que pasa
igual como vino
se fue con el río.
Que las nuevas hojas,
solas van cayendo,
se van desprendiendo
sin formar un nido.
No son para nadie
sin hacer un ruido,
se van a otra parte,
no se oyen latidos,
del corazón frío
porque esta mañana;
hay muerte en el río.
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Poema publicado el 28 de Abril de 2013
Roberto Reyes Cortés.
5º.reyes
rreyescortes@hotmail.com
LA MUERTE EN EL RIO.
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Va llorando el río
su canción nocturna,
la luna en el cielo
se volvió un espejo.
El Cenzontle viejo
mira con tristeza
como se deslizan
las hojas quemadas.
La furia del viento,
ha vuelto pedazos
el que fue su nido,
solo es una barca
de musgo podrido.
La noche y sus sombras
son como arenillas
que viajan rodando
llenas de nostalgia
por sus dos mejillas.
Se llenan los ojos
de un llanto profundo
y se oyen chillidos
antiguos de ardilla.
Pero el río canta
su canción dolida
se va caminando
como aves y llanto.
La tempestad brama
con furia implacable,
anda como fiera,
y todo lo acaba.
Tiemblan en mi cuerpo
los miedos profundos,
sus ruinas lejanas;
son almas sin dueño,
hoy parecen nubes
puestas de cabeza,
una mar abierta,
con el sol ardiendo.
Ando repasando
sitios conocidos
sin remordimientos,
porque a tal distancia
el hogar que tuve
se volvió de vidrio.
Se fueron mis sueños
y ya no hay tristeza,
porque no hay sonidos,
se fueron perdidos
en un cuerpo frio
que con manto negro
lo cubre el olvido.
Porque he comprendido
que no existe nada,
que todo se acaba,
que el viento que pasa
igual como vino
se fue con el río.
Que las nuevas hojas,
solas van cayendo,
se van desprendiendo
sin formar un nido.
No son para nadie
sin hacer un ruido,
se van a otra parte,
no se oyen latidos,
del corazón frío
porque esta mañana;
hay muerte en el río.
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