Panorama
Poema publicado el 06 de Septiembre de 2010
TUXTLA GUTIERREZ, CHIAPAS. SEPTIEMBRE DEL 2010
PANORAMA.
Roberto Reyes Cortés.
rreyescortes@hotmail.com.
Como si nada valiera la pena.
Como si todo estuviera acabado,
Los templos quemados,
El cielo desmembrado
Los espinazos enterrados
En el fondo de la arena.
Como si los caballos
Ya no partieran el aire,
Y los pájaros fueran
Rayos tostados por el sol.
Como si el agua de las fuentes
Se hubiera contaminado,
Y los ojos se negaran
A dormir.
Así a veces siento
El corazón partido
Por la angustia de la sangre.
Por la impiedad
Por la violencia.
El hombre parido
En el lucero del alba
Camina por sendas
Oscuras de barbarie.
Perdió el camino
Dejó atrás el rumbo.
Se ha vuelto fiera
Insatisfecha, sanguinaria.
Ayer dejó escondida
En el portal de la penumbra,
En el vértice del tiempo,
La albura de su ser;
La semilla de su Alma.
Su cabellera se vistió
De blanco y dentro
Se cubrió de frío.
Los puñales, el olor
A pólvora quemada,
Los gritos de migrantes
El intenso dolor del
Hombre moribundo,
Son el panorama que
Entorna la mirada.
A golpe de tormentas
En festín de cavernas,
Está la sangre
Brotando en las heridas
Abiertas de la gente.
Que camino debe ser buscado,
Que árbol debe ser plantado,
Que ecuación debe formularse
Para conseguir volver al tiempo
De la calma, al templo de la paz,
Al hogar de la esperanza.
Sólo el propio hombre
Descubrirá el secreto,
Sólo el encontrará
El sendero.
En él está su propia
Permanencia.
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Poema publicado el 06 de Septiembre de 2010
TUXTLA GUTIERREZ, CHIAPAS. SEPTIEMBRE DEL 2010
PANORAMA.
Roberto Reyes Cortés.
rreyescortes@hotmail.com.
Como si nada valiera la pena.
Como si todo estuviera acabado,
Los templos quemados,
El cielo desmembrado
Los espinazos enterrados
En el fondo de la arena.
Como si los caballos
Ya no partieran el aire,
Y los pájaros fueran
Rayos tostados por el sol.
Como si el agua de las fuentes
Se hubiera contaminado,
Y los ojos se negaran
A dormir.
Así a veces siento
El corazón partido
Por la angustia de la sangre.
Por la impiedad
Por la violencia.
El hombre parido
En el lucero del alba
Camina por sendas
Oscuras de barbarie.
Perdió el camino
Dejó atrás el rumbo.
Se ha vuelto fiera
Insatisfecha, sanguinaria.
Ayer dejó escondida
En el portal de la penumbra,
En el vértice del tiempo,
La albura de su ser;
La semilla de su Alma.
Su cabellera se vistió
De blanco y dentro
Se cubrió de frío.
Los puñales, el olor
A pólvora quemada,
Los gritos de migrantes
El intenso dolor del
Hombre moribundo,
Son el panorama que
Entorna la mirada.
A golpe de tormentas
En festín de cavernas,
Está la sangre
Brotando en las heridas
Abiertas de la gente.
Que camino debe ser buscado,
Que árbol debe ser plantado,
Que ecuación debe formularse
Para conseguir volver al tiempo
De la calma, al templo de la paz,
Al hogar de la esperanza.
Sólo el propio hombre
Descubrirá el secreto,
Sólo el encontrará
El sendero.
En él está su propia
Permanencia.
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