Poema sin nombre
Poema publicado el 12 de Septiembre de 2010
Me siento solo, fútil y vacío,
como aquel funesto nido,
cuando la pajarita se ha ido.
Hoy, la última copa he bebido,
la amarga copa, la copa del olvido.
Esta vez no habrá poemas ni versos
ni besos de despedida.
Llegaste a mí de otros brazos
y a otros brazos es tu partida.
Hoy lloré hasta quedarme dormido,
cuando desperté,
no estabas en mi alma, te habías ido.
De tristeza di un suspiro
y te dije adiós para toda la vida.
Gota a gota seguí llorando.
Quise derramar todas mis láqrimas
para no llorar más
por quien no vale la pena.
Quise romper la cadena
que me tiene atado a ti.
Mi alma romperse sentí,
mi corazón sangraba;
es que la cadena también los ataba.
Quise morir de amor
como el sauce enamorado,
y reviví embriagado
embriagado de de amor, de furia y de odio.
Quise quitarte la vida y morir a tu lado,
vivir en otro mundo
donde nadie nos haga daño.
Pero recordé tu engaño
de mujer cualquiera,
y rehusé a seguir enamorado.
Aquí en mi alma
aún quedaba tu aroma
de mujer casada, infiel y embustera
y aunque seas amada por algún hombre;
vagará entre los chismes tu nombre
de mujer que en el amor perdió por necia,
por falsa y de amores tranvía.
Perdona mi delirio, mi ira y mi rabia
si llegaste a mis brazos
de otros brazos
y a otros brazos te vas;
anda nomás
amor mío, yo sabré olvidarte.
Que Dios ilumine tus pasos,
que mitigue tus fracasos,
y te enseñe a ser esposa, madre o amante.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 12 de Septiembre de 2010
Me siento solo, fútil y vacío,
como aquel funesto nido,
cuando la pajarita se ha ido.
Hoy, la última copa he bebido,
la amarga copa, la copa del olvido.
Esta vez no habrá poemas ni versos
ni besos de despedida.
Llegaste a mí de otros brazos
y a otros brazos es tu partida.
Hoy lloré hasta quedarme dormido,
cuando desperté,
no estabas en mi alma, te habías ido.
De tristeza di un suspiro
y te dije adiós para toda la vida.
Gota a gota seguí llorando.
Quise derramar todas mis láqrimas
para no llorar más
por quien no vale la pena.
Quise romper la cadena
que me tiene atado a ti.
Mi alma romperse sentí,
mi corazón sangraba;
es que la cadena también los ataba.
Quise morir de amor
como el sauce enamorado,
y reviví embriagado
embriagado de de amor, de furia y de odio.
Quise quitarte la vida y morir a tu lado,
vivir en otro mundo
donde nadie nos haga daño.
Pero recordé tu engaño
de mujer cualquiera,
y rehusé a seguir enamorado.
Aquí en mi alma
aún quedaba tu aroma
de mujer casada, infiel y embustera
y aunque seas amada por algún hombre;
vagará entre los chismes tu nombre
de mujer que en el amor perdió por necia,
por falsa y de amores tranvía.
Perdona mi delirio, mi ira y mi rabia
si llegaste a mis brazos
de otros brazos
y a otros brazos te vas;
anda nomás
amor mío, yo sabré olvidarte.
Que Dios ilumine tus pasos,
que mitigue tus fracasos,
y te enseñe a ser esposa, madre o amante.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.