A la señora nati. última pregonera de monasterio de vega.
Poema publicado el 15 de Junio de 2012
¡¡¡¡ Anda listo a la puerta de la calle,
a ver quien ha venido hoy al pueblo !!!!
(me decía mi madre, cuando yo era
una promesa de pájaro volandero).
Había sonado un cornetín lastimero,
y en ocasiones, entre el tararí y el pregón,
observar a la señora Nati, en acción,
era una obra de arte, irrepetible.
-Madre, ha tocado la corneta
y se ha marchado hablando en voz baja,
mientras cogía unos palos y un poco de paja,
y todo ello lo metía en el mandil.
La señora Nati,
era una paloma de la paz amenazada,
que tuvo que echar pie a tierra,
para sacar adelante su nidada.
Tarariiiiiiii, Tarariiiiiiii,
ha llegado el alfarero de Melgar de Arriba
al sitio de costumbre.
Tarariiiiiiiii, Tarariiiiiiii,
ha llegado el fresquero al Cristo,
con sardinas, chicharros,
y algo más que no me acuerdo.
Tarariiiiiiii, Tarariiiiiiiiii,
de parte del señor alcalde, se hace saber,
que ya se puede pasar por el ayuntamiento,
para pagar los arbitrios municipales.
Tarariiiiiiiiiii, Tarariiiiiiiiii,
acaba de entrar en el pueblo, Pepe el Zamorano,
el de las telas.
Y Pepe,
asombrado y asomado en su furgoneta verde alemana,
de la eficacia y diligencia de la pregonera, comentaba:
"Joder,
no he mandado dar el pregón a nadie,
pero ya que le ha dado, bienvenido sea".
Lo que la señora Nati buscaba,
que esa tela, esas cortinas, esos retales,
ese edredón, o ese juego de toallas, que necesitaba,
le saliera más barato o casi gratis,
a cuenta de los cuartos del pregón.
Se trataba de sobrevivir dignamente,
en la España victoriosa de los canallas.
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Poema publicado el 15 de Junio de 2012
¡¡¡¡ Anda listo a la puerta de la calle,
a ver quien ha venido hoy al pueblo !!!!
(me decía mi madre, cuando yo era
una promesa de pájaro volandero).
Había sonado un cornetín lastimero,
y en ocasiones, entre el tararí y el pregón,
observar a la señora Nati, en acción,
era una obra de arte, irrepetible.
-Madre, ha tocado la corneta
y se ha marchado hablando en voz baja,
mientras cogía unos palos y un poco de paja,
y todo ello lo metía en el mandil.
La señora Nati,
era una paloma de la paz amenazada,
que tuvo que echar pie a tierra,
para sacar adelante su nidada.
Tarariiiiiiii, Tarariiiiiiii,
ha llegado el alfarero de Melgar de Arriba
al sitio de costumbre.
Tarariiiiiiiii, Tarariiiiiiii,
ha llegado el fresquero al Cristo,
con sardinas, chicharros,
y algo más que no me acuerdo.
Tarariiiiiiii, Tarariiiiiiiiii,
de parte del señor alcalde, se hace saber,
que ya se puede pasar por el ayuntamiento,
para pagar los arbitrios municipales.
Tarariiiiiiiiiii, Tarariiiiiiiiii,
acaba de entrar en el pueblo, Pepe el Zamorano,
el de las telas.
Y Pepe,
asombrado y asomado en su furgoneta verde alemana,
de la eficacia y diligencia de la pregonera, comentaba:
"Joder,
no he mandado dar el pregón a nadie,
pero ya que le ha dado, bienvenido sea".
Lo que la señora Nati buscaba,
que esa tela, esas cortinas, esos retales,
ese edredón, o ese juego de toallas, que necesitaba,
le saliera más barato o casi gratis,
a cuenta de los cuartos del pregón.
Se trataba de sobrevivir dignamente,
en la España victoriosa de los canallas.
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