Clase magistral en las linderas
Poema publicado el 21 de Mayo de 2014
Sentados,
el tonto de mi pueblo y yo,
en la lindera que separa su era y la mía,
en un pueblo de Tierra de Campos,
a punto de desaparecer,
brotó,
(lo de menos es saber quien fue su autor)
un comentario o clase magistral
a la intemperie,
cuando ambos hacíamos cumbre con nuestras miradas
en las montañas que protegen al pueblo de Riaño.
-Amigo de toda la vida, sonó,
a los curas, a los políticos, a los banqueros
y a los patronos,
no basta con atarles corto, por el cuello,
también deben permanecer entrabadas sus dos piernas.
Se trata de evitar, en lo posible,
la propensión que todos ellos tienen
de sacarnos religiosamente la piel a tiras,
mientras, a plena luz del día,
se llevan nuestras cosechas de trigo limpio
y se beben nuestras añadas de vino puro.
Teófilo Gago Gago.
Del poemario
"Otra Tierra de Campos es posible"
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Poema publicado el 21 de Mayo de 2014
Sentados,
el tonto de mi pueblo y yo,
en la lindera que separa su era y la mía,
en un pueblo de Tierra de Campos,
a punto de desaparecer,
brotó,
(lo de menos es saber quien fue su autor)
un comentario o clase magistral
a la intemperie,
cuando ambos hacíamos cumbre con nuestras miradas
en las montañas que protegen al pueblo de Riaño.
-Amigo de toda la vida, sonó,
a los curas, a los políticos, a los banqueros
y a los patronos,
no basta con atarles corto, por el cuello,
también deben permanecer entrabadas sus dos piernas.
Se trata de evitar, en lo posible,
la propensión que todos ellos tienen
de sacarnos religiosamente la piel a tiras,
mientras, a plena luz del día,
se llevan nuestras cosechas de trigo limpio
y se beben nuestras añadas de vino puro.
Teófilo Gago Gago.
Del poemario
"Otra Tierra de Campos es posible"
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