Nicanor parra versus teófilo gago
Poema publicado el 07 de Enero de 2013
Nicanor Parra, de vuelta del trabajo
y cansado como un perro, en dirección a su casa,
vio como crucificaban a un hombre,
aproximadamente de 30 años,
esquelético y melenudo.
Al contemplarlo, no sintió nada,
sencillamente se detuvo por curiosidad.
Teófilo Gago, de vuelta del trabajo
y cansado como un perro, en dirección a su casa,
le cortaron el paso y el aliento
un grupo de cigueñas
que anidaban en la torre de la iglesia
de su pueblo.
-Es imposible,
(así comenzó la confesión de las cigüeñas)
que en tan poco tiempo, se mienta,
se aturda y se entontezca tanto al personal,
cada vez que tañen tres veces las campanas.
No es que lo digamos nosotras,
las veletas buenas de la torre
te lo confirmarán también.
Y sin mediar palabra,
la curiosidad y la cortesía,
deshizo civilizadamente el encuentro.
del poemario.
"País de poetas, primorosamente postrados".
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Poema publicado el 07 de Enero de 2013
Nicanor Parra, de vuelta del trabajo
y cansado como un perro, en dirección a su casa,
vio como crucificaban a un hombre,
aproximadamente de 30 años,
esquelético y melenudo.
Al contemplarlo, no sintió nada,
sencillamente se detuvo por curiosidad.
Teófilo Gago, de vuelta del trabajo
y cansado como un perro, en dirección a su casa,
le cortaron el paso y el aliento
un grupo de cigueñas
que anidaban en la torre de la iglesia
de su pueblo.
-Es imposible,
(así comenzó la confesión de las cigüeñas)
que en tan poco tiempo, se mienta,
se aturda y se entontezca tanto al personal,
cada vez que tañen tres veces las campanas.
No es que lo digamos nosotras,
las veletas buenas de la torre
te lo confirmarán también.
Y sin mediar palabra,
la curiosidad y la cortesía,
deshizo civilizadamente el encuentro.
del poemario.
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