Un encuentro poético de altura.
Poema publicado el 29 de Mayo de 2012
Con campechana frecuencia, mi madre solía decirme:
"Hijo,
es una constante de los españoles,
pensar siempre mal, y reaccionar tarde y mal".
Sepan todos ustedes, que en el mundo del verso
hay dos clases de poetas.
Los que interpretan inteligentemente
y se entienden correctamente con la vida,
aunque toda su existencia,
pase desapercibida por sus territorios;
y los que una vez muertos,
son encumbrados y santificados,
probablemente porque en vida
fueron un dechado de mediocridad personal.
El caso es que el poeta de altura,
comenzó su disertación diciendo,
que el amor
sin placer, sin pasión y sin contacto,
no tiene razón de ser.
Continuó su exposición manifestando,
que es la vida, la que marca el camino al hombre.
Finalizó su argumentación
comparando a los buenos poetas,
con los mejores entrenadores de fútbol.
Ambos, de entrada, dijo,
seleccionan las palabras adecuadas, en un caso,
o el factor humano, en el otro,
para componer y construir un buen poema,
o un competitivo equipo de fútbol.
Prosiguió,
con posterioridad, ambos desarrollan técnicas y tácticas
para que el resultado final, sirva a ambos en bandeja,
el éxito y el reconocimiento, que todo ser humano anhela.
Treinta minutos después, de regreso a casa,
a esa vivienda de trabajador, en la que me consumo,
lamenté profundamente,
una vez escuchado a ese poeta de altura,
haberle dejado marchar con vida.
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Poema publicado el 29 de Mayo de 2012
Con campechana frecuencia, mi madre solía decirme:
"Hijo,
es una constante de los españoles,
pensar siempre mal, y reaccionar tarde y mal".
Sepan todos ustedes, que en el mundo del verso
hay dos clases de poetas.
Los que interpretan inteligentemente
y se entienden correctamente con la vida,
aunque toda su existencia,
pase desapercibida por sus territorios;
y los que una vez muertos,
son encumbrados y santificados,
probablemente porque en vida
fueron un dechado de mediocridad personal.
El caso es que el poeta de altura,
comenzó su disertación diciendo,
que el amor
sin placer, sin pasión y sin contacto,
no tiene razón de ser.
Continuó su exposición manifestando,
que es la vida, la que marca el camino al hombre.
Finalizó su argumentación
comparando a los buenos poetas,
con los mejores entrenadores de fútbol.
Ambos, de entrada, dijo,
seleccionan las palabras adecuadas, en un caso,
o el factor humano, en el otro,
para componer y construir un buen poema,
o un competitivo equipo de fútbol.
Prosiguió,
con posterioridad, ambos desarrollan técnicas y tácticas
para que el resultado final, sirva a ambos en bandeja,
el éxito y el reconocimiento, que todo ser humano anhela.
Treinta minutos después, de regreso a casa,
a esa vivienda de trabajador, en la que me consumo,
lamenté profundamente,
una vez escuchado a ese poeta de altura,
haberle dejado marchar con vida.
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