......aquella muchacha...
Poema publicado el 05 de Agosto de 2015
Iban cabizbajos;
tomadas las manos;
la calle tornabase violeta y miserable;
querian llorar la ultima lagrima,
cuando ya la noche extendia su manto.
Negras las figuras,
altas cual cipreses
detras de un carruaje...
iban a enterrar la muerte.
!Oh,un nino de nacar,de arreboles cera?!
-No.
El sordo carpintero que fabrico llorando
la incredible caja?
-No...,
entonces...?,
por que tanto luto?,
por que tanto miedo?;
la urna es de lata...
sin cristal ni velo.
Ah!,se acuerdan de aquella muchacha?,
medio loca ella,por estar esperando
la eternal palabra,
que nadie le dijo;
-Se seco su alma!,
y en aquella urna
de extrana lata,
sobre un pedacito de negro terciopelo,
estaba,de cristal,una lagrima..!
La historia es mas larga,
pero no interesa;
ella,la muchacha,tenia cien nombres;
Todos la llamaban a gritos;
cien nombres temblaban entre las
corolas de las flores malvas...
y no respondia.
Ella,queria oir el llamado
de un jinete vestido de negro,en caballo blanco;
que cada noche venia a sus suenos...
y la llamaba,pero no entendia;
pues en sus oidos la palabra eterna,
no era otra cosa que un soplo de viento.
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Poema publicado el 05 de Agosto de 2015
Iban cabizbajos;
tomadas las manos;
la calle tornabase violeta y miserable;
querian llorar la ultima lagrima,
cuando ya la noche extendia su manto.
Negras las figuras,
altas cual cipreses
detras de un carruaje...
iban a enterrar la muerte.
!Oh,un nino de nacar,de arreboles cera?!
-No.
El sordo carpintero que fabrico llorando
la incredible caja?
-No...,
entonces...?,
por que tanto luto?,
por que tanto miedo?;
la urna es de lata...
sin cristal ni velo.
Ah!,se acuerdan de aquella muchacha?,
medio loca ella,por estar esperando
la eternal palabra,
que nadie le dijo;
-Se seco su alma!,
y en aquella urna
de extrana lata,
sobre un pedacito de negro terciopelo,
estaba,de cristal,una lagrima..!
La historia es mas larga,
pero no interesa;
ella,la muchacha,tenia cien nombres;
Todos la llamaban a gritos;
cien nombres temblaban entre las
corolas de las flores malvas...
y no respondia.
Ella,queria oir el llamado
de un jinete vestido de negro,en caballo blanco;
que cada noche venia a sus suenos...
y la llamaba,pero no entendia;
pues en sus oidos la palabra eterna,
no era otra cosa que un soplo de viento.
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