...asalto..
Poema publicado el 26 de Octubre de 2015
Era una noche sombria,
lluviosa;
parecia una plegaria;
negra,como cuchillo de muerte;
y por aquel camino
iba un jinete,
banado de agua y viento;
pensando en su nido ausente,
y la nina de sus ojos
que lloraba,en choza de esparto,
tan triste como la noche inclemente.
Las bestias hundian sus patas
en el fango de la senda,
que cada noche el jinete
vendia sus menesteres.
Y la noche,oscura daga;
marcaba con frios vientos,
un rostro lleno de su
futuro incierto.
Un caminante atrevido
le asalto sin miramientos...
el jinete nunca olvido la Mirada,
del cobarde y mala gente;
con voz ronca y aguardientada
le despojo la camisa
dineros, los menesteres,y
una minequita blanca hecha de azucar y miedo,
para la nina llorasa
que esperaba su regreso.
El tiempo,juez vengativo
puso en una callejuela
al jinete y al desalmado...
-Te conozco,malandante
desde que en noche de lluvia
despojaste en mi camino
mi esperanza,
como se aplasta una rosa.
-No,no sabes quien soy...!
-Si,en tu Mirada el
reflejo
de la munequita blanca
para mi nina llorosa.
-No!
Que Dios te de su Consuelo,
pues te maldigo por siempre,
y tu vida malhadada
caiga en un pozo ardiente.
Batio los vientos su furia;
un rayo rompio la noche,
el malandante caido
sembro de horrores el monte.
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Poema publicado el 26 de Octubre de 2015
Era una noche sombria,
lluviosa;
parecia una plegaria;
negra,como cuchillo de muerte;
y por aquel camino
iba un jinete,
banado de agua y viento;
pensando en su nido ausente,
y la nina de sus ojos
que lloraba,en choza de esparto,
tan triste como la noche inclemente.
Las bestias hundian sus patas
en el fango de la senda,
que cada noche el jinete
vendia sus menesteres.
Y la noche,oscura daga;
marcaba con frios vientos,
un rostro lleno de su
futuro incierto.
Un caminante atrevido
le asalto sin miramientos...
el jinete nunca olvido la Mirada,
del cobarde y mala gente;
con voz ronca y aguardientada
le despojo la camisa
dineros, los menesteres,y
una minequita blanca hecha de azucar y miedo,
para la nina llorasa
que esperaba su regreso.
El tiempo,juez vengativo
puso en una callejuela
al jinete y al desalmado...
-Te conozco,malandante
desde que en noche de lluvia
despojaste en mi camino
mi esperanza,
como se aplasta una rosa.
-No,no sabes quien soy...!
-Si,en tu Mirada el
reflejo
de la munequita blanca
para mi nina llorosa.
-No!
Que Dios te de su Consuelo,
pues te maldigo por siempre,
y tu vida malhadada
caiga en un pozo ardiente.
Batio los vientos su furia;
un rayo rompio la noche,
el malandante caido
sembro de horrores el monte.
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