'extranos ojos'
Poema publicado el 23 de Abril de 2021
No tenia mancebia,
ni ventana para flores,
pero esperaba unos ojos de belleza sin nombre.
Andaba por las veredas sin miedo a rumores de moral.
De lejos oi un trote de jinete, caballero,
de estatura y bien plantado.
Miro mi cara, mi cuerpo, la cintura de juncal,
y me dijo si podia contar conmigo en la noche y ponerse
a descansar.
Vi su extrana mirada y un brillo de seduccion...
le ofreci la noche y como almohada mi piel.
Noche loca, de jazmines perfumada
y su brazos enroscados como lianas a su tallo
Vi muy bien sus ojos; tenia una mirada
que traspasaba mi ensueno.
Los ojos de luciernaga adormecida
llenaron mi vida de aromas de salvaje monte.
Llego la manana, los ojos raros
fueron la marca de mi razon.
Caballero de la noche tuvo un gesto de varon...
puso en mi cuello una joya hecha de rubies finos;
no la acepte por verguenza...
senti que pagaba por la noche de delirio;
pero habia cumplido las ansias de mi martirio,
que hacia tiempo iba conmigo.
Nunca supe su nombre.Las mancebas no dicen el suyo;
ni el lugar de do venia al encuentro de mis pasos
donde me perdia yo.
Pero sus ojos, sus ojos nunca los olvidare;
se fue como alas de cuervo, fusteando rabia
al noble que lo llevaba.
La luna se habia perdido, y sus ojos raros
se han quedado pegados a mi espalda.
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Poema publicado el 23 de Abril de 2021
No tenia mancebia,
ni ventana para flores,
pero esperaba unos ojos de belleza sin nombre.
Andaba por las veredas sin miedo a rumores de moral.
De lejos oi un trote de jinete, caballero,
de estatura y bien plantado.
Miro mi cara, mi cuerpo, la cintura de juncal,
y me dijo si podia contar conmigo en la noche y ponerse
a descansar.
Vi su extrana mirada y un brillo de seduccion...
le ofreci la noche y como almohada mi piel.
Noche loca, de jazmines perfumada
y su brazos enroscados como lianas a su tallo
Vi muy bien sus ojos; tenia una mirada
que traspasaba mi ensueno.
Los ojos de luciernaga adormecida
llenaron mi vida de aromas de salvaje monte.
Llego la manana, los ojos raros
fueron la marca de mi razon.
Caballero de la noche tuvo un gesto de varon...
puso en mi cuello una joya hecha de rubies finos;
no la acepte por verguenza...
senti que pagaba por la noche de delirio;
pero habia cumplido las ansias de mi martirio,
que hacia tiempo iba conmigo.
Nunca supe su nombre.Las mancebas no dicen el suyo;
ni el lugar de do venia al encuentro de mis pasos
donde me perdia yo.
Pero sus ojos, sus ojos nunca los olvidare;
se fue como alas de cuervo, fusteando rabia
al noble que lo llevaba.
La luna se habia perdido, y sus ojos raros
se han quedado pegados a mi espalda.
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