En los ojos del tiempo.
Poema publicado el 18 de Septiembre de 2010
Ser tu mirada y tu luz,
con las pupilas pequeñas y abiertas,
la retina cristalina, el espejo de mi vida,
mil palabras terminadas,
un baúl de sufrimientos olvidados,
de sentimientos bien guardados,
mar coqueto al viento,
perlas, imposible verlas,
caminantes de los cuerpos,
seres que se cierran,
parpadeo de movimiento lento,
corriente ciega, tiempo inconcluso,
deleite desquiciado.
Ser tus llamados anónimos,
perderme y encontrarte sin tenerte,
tenerte y no tocarte, ser tú y perderme en mí,
en satisfacciones fragmentadas,
grietas para verte a pedazos,
figuras que no son tuyas,
entelequia y ficción, quimera perfecta, alucinación,
repaso visual de la imaginación,
ojos entre helechos y barro, salvación apremiante,
pestañas al borde del umbral de mi demencia,
furia oculta indescifrable, iris infinito, fusco, relajante.
Canto pródigo se vuelve la locura
en el recinto más lejano cuando despiertas,
eclipse es la maldad y la blancura
si conoces por segundos los salones no registrados
de tu sitio secreto y las alas rápidas de los colibríes,
inconclusos hecatombes ilusos
y crúor de colores desafiantes en las heridas sarcásticas,
perdidas lágrimas de nubes invisibles y elásticas que
cubren de polvo azul espacios quebrados y mi mundo
sin espacio real en el tiempo.
Tus ojos que enjuagan mis manos con llanto congelado,
que limpian del otoño mis años,
simplificando la ardua tarea de crecer sin contratiempos,
de vivir aprendiendo y luego:
Árboles que no mueren,
demasía espiritual, convivencia ínter celeste,
lunas cruzadas, mares durmientes,
gritos que no terminan, que se paralizan en una sola nota,
mi miedo conmiserativo, connatural,
calles de mota, tu con tu vista
como triste niño en casa abandonada,
crece el viento en las ramas de fuego,
se balancea el tiempo acróbata
sobre el cosmos ingenuo,
se pierden las hojas con el
sentido exacto e interno de los participantes en los sotos
perdidos en las barcas torpes y nuevas,
viajando polizontes en la vida.
Nuevamente se desprenden
de la única razón verdadera
que es el secreto encerrado
entre retina y pensamientos
los lazos más profundos
y lejanos que unirán en silencio,
lo faltante y lo cierto.
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Poema publicado el 18 de Septiembre de 2010
Ser tu mirada y tu luz,
con las pupilas pequeñas y abiertas,
la retina cristalina, el espejo de mi vida,
mil palabras terminadas,
un baúl de sufrimientos olvidados,
de sentimientos bien guardados,
mar coqueto al viento,
perlas, imposible verlas,
caminantes de los cuerpos,
seres que se cierran,
parpadeo de movimiento lento,
corriente ciega, tiempo inconcluso,
deleite desquiciado.
Ser tus llamados anónimos,
perderme y encontrarte sin tenerte,
tenerte y no tocarte, ser tú y perderme en mí,
en satisfacciones fragmentadas,
grietas para verte a pedazos,
figuras que no son tuyas,
entelequia y ficción, quimera perfecta, alucinación,
repaso visual de la imaginación,
ojos entre helechos y barro, salvación apremiante,
pestañas al borde del umbral de mi demencia,
furia oculta indescifrable, iris infinito, fusco, relajante.
Canto pródigo se vuelve la locura
en el recinto más lejano cuando despiertas,
eclipse es la maldad y la blancura
si conoces por segundos los salones no registrados
de tu sitio secreto y las alas rápidas de los colibríes,
inconclusos hecatombes ilusos
y crúor de colores desafiantes en las heridas sarcásticas,
perdidas lágrimas de nubes invisibles y elásticas que
cubren de polvo azul espacios quebrados y mi mundo
sin espacio real en el tiempo.
Tus ojos que enjuagan mis manos con llanto congelado,
que limpian del otoño mis años,
simplificando la ardua tarea de crecer sin contratiempos,
de vivir aprendiendo y luego:
Árboles que no mueren,
demasía espiritual, convivencia ínter celeste,
lunas cruzadas, mares durmientes,
gritos que no terminan, que se paralizan en una sola nota,
mi miedo conmiserativo, connatural,
calles de mota, tu con tu vista
como triste niño en casa abandonada,
crece el viento en las ramas de fuego,
se balancea el tiempo acróbata
sobre el cosmos ingenuo,
se pierden las hojas con el
sentido exacto e interno de los participantes en los sotos
perdidos en las barcas torpes y nuevas,
viajando polizontes en la vida.
Nuevamente se desprenden
de la única razón verdadera
que es el secreto encerrado
entre retina y pensamientos
los lazos más profundos
y lejanos que unirán en silencio,
lo faltante y lo cierto.
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