Estrella fugaz
Poema publicado el 19 de Mayo de 2018
Mujer...
Tus ojos me cautivaron
desde la primera vez que te vi.
Te sembraste en mi piel
y tus raices se clavaron hasta mi cien.
Como quieres que te olvide
si fuiste la razón de mi existir.
Ahora estoy solo y no sé que hacer sin ti.
Cuando te acuerdes de mi
y te lleguen mis recuerdos,
saca aquella pañoleta al viento
y echala a volar. Como los avioncitos
de papel que arrojábamos al vacío.
Pero estoy en paz,
pues te di todo mi amor.
Mientras que tu solo reias.
Ponte la mano en el pecho
y siente tu corazón latir
para que te hable de mi.
Quedé prisionero de tu cuerpo.
Adicto de tus besos.
Y tus cabellos que se enredaban
entre mis dedos, se desvanecieron,
ya no queda nada de ellos.
Te extraño.
Fui ese hombre que llegó un día
y cautivó tu mirada.
Subi al cielo y te baje una estrella,
la más grande del universo.
Ahora te marchas,
buscando otro destino.
Y no sé que serà de mi,
sin tu sonrisa y sin tu mirada.
Mi vida se sentirá vacía.
Fuiste aquella estrella fugaz,
que se pierde entre las nubes.
Y cuando la vuelva a ver
de seguro pediré por ti.
Navegaré por todos los mares
y me guiará tu perfume.
Hasta llegar aquel muelle,
donde un día te encontré.
Mandaré una señal al cielo,
donde la puedas ver.
Venus y Saturno serán mis testigos.
Para cuando decidas volver,
aquí estaré.
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Poema publicado el 19 de Mayo de 2018
Mujer...
Tus ojos me cautivaron
desde la primera vez que te vi.
Te sembraste en mi piel
y tus raices se clavaron hasta mi cien.
Como quieres que te olvide
si fuiste la razón de mi existir.
Ahora estoy solo y no sé que hacer sin ti.
Cuando te acuerdes de mi
y te lleguen mis recuerdos,
saca aquella pañoleta al viento
y echala a volar. Como los avioncitos
de papel que arrojábamos al vacío.
Pero estoy en paz,
pues te di todo mi amor.
Mientras que tu solo reias.
Ponte la mano en el pecho
y siente tu corazón latir
para que te hable de mi.
Quedé prisionero de tu cuerpo.
Adicto de tus besos.
Y tus cabellos que se enredaban
entre mis dedos, se desvanecieron,
ya no queda nada de ellos.
Te extraño.
Fui ese hombre que llegó un día
y cautivó tu mirada.
Subi al cielo y te baje una estrella,
la más grande del universo.
Ahora te marchas,
buscando otro destino.
Y no sé que serà de mi,
sin tu sonrisa y sin tu mirada.
Mi vida se sentirá vacía.
Fuiste aquella estrella fugaz,
que se pierde entre las nubes.
Y cuando la vuelva a ver
de seguro pediré por ti.
Navegaré por todos los mares
y me guiará tu perfume.
Hasta llegar aquel muelle,
donde un día te encontré.
Mandaré una señal al cielo,
donde la puedas ver.
Venus y Saturno serán mis testigos.
Para cuando decidas volver,
aquí estaré.
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