La dueña de mi poesía
Poema publicado el 03 de Noviembre de 2019
LA DUEÑA DE MÍ POESÍA ( POEMA #2)
La dueña de mi poesía está lejos pero está muy dentro de mí,
ocupando el gran espacio que dejó en mi corazón,
mezclándose en los sonidos de mis latidos, manipulando lo frágil de mi corazón.
La dueña de mi poesía no entendió que la inspiración era ella,
su hermosa sonrisa, la mueca de sus labios,
la tonalidad de su rostro cuando estaba a mi lado,
cuando el amor me permitía besar sus ricos labios.
La dueña de mí poesía jamás interpretó el sentido de mis letras,
la rima romántica que había en ella,
el amor que declaraban mis palabras,
los mensajes y las declaraciones de amor que guardaba cada verso.
La dueña de mí poesía siempre fue una ilusión ausente,
una estrella en la noche,
un pensamiento solitario en un corazón enamorado,
ella siempre fue un enigma,
yo un baúl de madera fina guardando más de 80 poemas, escritos para ella,
abandonados en el olvido,
en un rincón de su alma.
La dueña de mí poesía no quiso que la amara en libertad absoluta,
nuestros tiempos eran diferentes,
ella era fresca primavera,
yo un invierno tormentoso,
yo la tenía en mis sueños,
ella en un camino lejano,
mientras yo la amaba con inspiración y con el alma.
LEGA
29/10/2019
@Derechos reservados
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Poema publicado el 03 de Noviembre de 2019
LA DUEÑA DE MÍ POESÍA ( POEMA #2)
La dueña de mi poesía está lejos pero está muy dentro de mí,
ocupando el gran espacio que dejó en mi corazón,
mezclándose en los sonidos de mis latidos, manipulando lo frágil de mi corazón.
La dueña de mi poesía no entendió que la inspiración era ella,
su hermosa sonrisa, la mueca de sus labios,
la tonalidad de su rostro cuando estaba a mi lado,
cuando el amor me permitía besar sus ricos labios.
La dueña de mí poesía jamás interpretó el sentido de mis letras,
la rima romántica que había en ella,
el amor que declaraban mis palabras,
los mensajes y las declaraciones de amor que guardaba cada verso.
La dueña de mí poesía siempre fue una ilusión ausente,
una estrella en la noche,
un pensamiento solitario en un corazón enamorado,
ella siempre fue un enigma,
yo un baúl de madera fina guardando más de 80 poemas, escritos para ella,
abandonados en el olvido,
en un rincón de su alma.
La dueña de mí poesía no quiso que la amara en libertad absoluta,
nuestros tiempos eran diferentes,
ella era fresca primavera,
yo un invierno tormentoso,
yo la tenía en mis sueños,
ella en un camino lejano,
mientras yo la amaba con inspiración y con el alma.
LEGA
29/10/2019
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