Hambre de niños
Poema publicado el 06 de Julio de 2013
Hambre de niños
De hambre mil niños
sueñan y no despiertan
ojos abiertos, dolor sienten
ni en sus tripas, todo es hambre.
Cien mil niños de ojos abiertos
estrujan su hambre
entre brazo y brazo
que ni caldo tiene, solo espanto.
Nada dicen ni a su hambre
lo tienen dentro metido
en sus ojos, en su boca, hasta en sus huesos,
su cuerpo retuerce el hambre
y este lo va comiendo.
Hambre de juventud
de niños, de ánimas de madres.
Todo se come el hambre
de un minuto a otro,
no deja ni entrañas
de todo se harta.
Pendejos, todos,
de comida hartura
de vida suficiente y aburrida
de discusión fácil y sin hechura
con mirada oblicua y oscura,
de aquel sufrimiento ni padecen
no hay - dicen - que pecar de largura
les sobra, pero no toca.
Sin rezar y con rezos
todo es acabar y amén
mirar de lado, de costado y atrás
verlos y sólo gemir
no verlos y no existir.
Pendejos, todos,
todos y sin excepción
los que poco hacen
los que nunca harán nada,
por morir hombre o mujer
hasta las entrañas pueden no decirte nada
pero si el hambre mata niños,
entonces ni tienes entrañas
ni tú de persona tienes nada.
Luis Ezquerra Escudero.
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Poema publicado el 06 de Julio de 2013
Hambre de niños
De hambre mil niños
sueñan y no despiertan
ojos abiertos, dolor sienten
ni en sus tripas, todo es hambre.
Cien mil niños de ojos abiertos
estrujan su hambre
entre brazo y brazo
que ni caldo tiene, solo espanto.
Nada dicen ni a su hambre
lo tienen dentro metido
en sus ojos, en su boca, hasta en sus huesos,
su cuerpo retuerce el hambre
y este lo va comiendo.
Hambre de juventud
de niños, de ánimas de madres.
Todo se come el hambre
de un minuto a otro,
no deja ni entrañas
de todo se harta.
Pendejos, todos,
de comida hartura
de vida suficiente y aburrida
de discusión fácil y sin hechura
con mirada oblicua y oscura,
de aquel sufrimiento ni padecen
no hay - dicen - que pecar de largura
les sobra, pero no toca.
Sin rezar y con rezos
todo es acabar y amén
mirar de lado, de costado y atrás
verlos y sólo gemir
no verlos y no existir.
Pendejos, todos,
todos y sin excepción
los que poco hacen
los que nunca harán nada,
por morir hombre o mujer
hasta las entrañas pueden no decirte nada
pero si el hambre mata niños,
entonces ni tienes entrañas
ni tú de persona tienes nada.
Luis Ezquerra Escudero.
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