Ausencia de palabras
Poema publicado el 31 de Agosto de 2011
Silencio. Nadie hable. Nadie diga ya nada.
Para qué decir nada cuando nada me sirve
para empezar de nuevo los días que pasaron.
Silencio, tú también, palabra que quedaste
desmayada en un gesto que no te necesita.
Esconderos vosotras, las palabras menudas
como pequeña lluvia de alegres papelillos...
Volved a vuestra cuna abrigada en ternura.
Dormid, dormid que ahora no es tiempo de vosotras.
Tampoco de vosotras, palabras importantes
que dorasteis e1 aire con trascendente brillo...
Trascendente no hay nada. Callad, callad del todo,
puesto que todo pasa como pasa 1a vida.
Palabras como montes, palabras como pinos,
palabras como playas recamadas de olas,
esconderos adonde no os encuentre ya nunca
porque sois tan hermosas que si os nombro de nuevo
volveré a acariciaros aunque volváis a herirme
y volveré a creerme que seréis inmortales,
y por eso, mejor ya, callaos para siempre.
Tan sólo sois sonidos que ya no dicen nada.
Mejor será que vuestra ausencia ponga
realidad de silencio para que, al menos, duerma
y olvide aquellos días en los que me alegraba
con los falsos sonidos que os visten de belleza.
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Poema publicado el 31 de Agosto de 2011
Silencio. Nadie hable. Nadie diga ya nada.
Para qué decir nada cuando nada me sirve
para empezar de nuevo los días que pasaron.
Silencio, tú también, palabra que quedaste
desmayada en un gesto que no te necesita.
Esconderos vosotras, las palabras menudas
como pequeña lluvia de alegres papelillos...
Volved a vuestra cuna abrigada en ternura.
Dormid, dormid que ahora no es tiempo de vosotras.
Tampoco de vosotras, palabras importantes
que dorasteis e1 aire con trascendente brillo...
Trascendente no hay nada. Callad, callad del todo,
puesto que todo pasa como pasa 1a vida.
Palabras como montes, palabras como pinos,
palabras como playas recamadas de olas,
esconderos adonde no os encuentre ya nunca
porque sois tan hermosas que si os nombro de nuevo
volveré a acariciaros aunque volváis a herirme
y volveré a creerme que seréis inmortales,
y por eso, mejor ya, callaos para siempre.
Tan sólo sois sonidos que ya no dicen nada.
Mejor será que vuestra ausencia ponga
realidad de silencio para que, al menos, duerma
y olvide aquellos días en los que me alegraba
con los falsos sonidos que os visten de belleza.
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