Es alli en la noche
Poema publicado el 01 de Diciembre de 2010
Es allí en la noche, cuando estamos a punto de dormir, que estamos realmente solos con nosotros mismos. La cabeza comienza a disparar, los temores comienzan a rondar, las heridas comienzan a sangrar. Y es que de las personas se pueden escapar pero de nuestra mente no. Es ella la que nunca se apaga, puede estar un rato ausente pero luego esta.
Es allí en ese cuarto, cuando la angustia comienza a sentirse en la garganta y sube hasta que llega a los ojos donde las lágrimas caen sin cesar.
Estamos solos… solos.
Queremos escapar pero no podemos, el cuarto es una cárcel que hasta que no pasemos la noche somos esclavos. Tenemos que enfrentarnos a nuestros temores, a aquel amor que una marca dejo clavada en el corazón y que intentamos todos los días cubrirla con una sonrisa, pero en nuestro interior se hace presente. O aquella persona que extrañamos y necesitamos que este con nosotros para protegernos o tan solo para regalarnos un abrazo, una sonrisa, algo que nos indique que sigue estando con nosotros aunque no podamos verla.
Es allí en ese cuarto, que de día se ve tan hermoso con colores, personificado a nuestra manera, que a la noche es un infierno en el cual no podemos escapar. Es allí en ese cuarto donde nuestros sentimientos comienzan a florecer donde no hay ninguna careta donde sabemos quiénes somos y que es lo que necesitamos. Es allí donde pedimos amor, donde nos damos cuenta que solos no podemos. Es allí donde cada noche es una lucha que hay que pelear y levantarnos a la mañana victoriosos con ganas de cambiar algo que ayer nos perturbaba… como si fuera tarea fácil.
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Poema publicado el 01 de Diciembre de 2010
Es allí en la noche, cuando estamos a punto de dormir, que estamos realmente solos con nosotros mismos. La cabeza comienza a disparar, los temores comienzan a rondar, las heridas comienzan a sangrar. Y es que de las personas se pueden escapar pero de nuestra mente no. Es ella la que nunca se apaga, puede estar un rato ausente pero luego esta.
Es allí en ese cuarto, cuando la angustia comienza a sentirse en la garganta y sube hasta que llega a los ojos donde las lágrimas caen sin cesar.
Estamos solos… solos.
Queremos escapar pero no podemos, el cuarto es una cárcel que hasta que no pasemos la noche somos esclavos. Tenemos que enfrentarnos a nuestros temores, a aquel amor que una marca dejo clavada en el corazón y que intentamos todos los días cubrirla con una sonrisa, pero en nuestro interior se hace presente. O aquella persona que extrañamos y necesitamos que este con nosotros para protegernos o tan solo para regalarnos un abrazo, una sonrisa, algo que nos indique que sigue estando con nosotros aunque no podamos verla.
Es allí en ese cuarto, que de día se ve tan hermoso con colores, personificado a nuestra manera, que a la noche es un infierno en el cual no podemos escapar. Es allí en ese cuarto donde nuestros sentimientos comienzan a florecer donde no hay ninguna careta donde sabemos quiénes somos y que es lo que necesitamos. Es allí donde pedimos amor, donde nos damos cuenta que solos no podemos. Es allí donde cada noche es una lucha que hay que pelear y levantarnos a la mañana victoriosos con ganas de cambiar algo que ayer nos perturbaba… como si fuera tarea fácil.
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