Moras moradas
Poema publicado el 25 de Agosto de 2019
Moras moradas
del senderillo,
dadme la sangre,
ponedme tinto
y que las zarzas
le dejen sitio
al fino brazo
que les estiro
para atrapar
el fruto vivo.
Tarde de agosto
requetelimpio;
suena el silencio
próximo al río
por donde cojo
moras y lirios.
Las campanillas
y el campanillo
de la alta torre
del pueblecito
le hacen un hueco
con su sonido.
¡Oh Juan Ramón,
vente conmigo
a este valle de frutos
con Platerito!
Tirando del ronzal
juntos iríamos.
Ya no es posible,
deliro, liro.
Cae la tarde
color ladrillo
y el sol luciente
se va solito,
sangra que sangra
al infinito.
Yo sigo absorto
por el camino
comiendo moras
a dos carrillos.
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Poema publicado el 25 de Agosto de 2019
Moras moradas
del senderillo,
dadme la sangre,
ponedme tinto
y que las zarzas
le dejen sitio
al fino brazo
que les estiro
para atrapar
el fruto vivo.
Tarde de agosto
requetelimpio;
suena el silencio
próximo al río
por donde cojo
moras y lirios.
Las campanillas
y el campanillo
de la alta torre
del pueblecito
le hacen un hueco
con su sonido.
¡Oh Juan Ramón,
vente conmigo
a este valle de frutos
con Platerito!
Tirando del ronzal
juntos iríamos.
Ya no es posible,
deliro, liro.
Cae la tarde
color ladrillo
y el sol luciente
se va solito,
sangra que sangra
al infinito.
Yo sigo absorto
por el camino
comiendo moras
a dos carrillos.
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