A terenci moix, (q. e. p. d.)
Poema publicado el 03 de Septiembre de 2012
¡Que te marchaste sin decirnos nada,
con lo bien que te tratamos!
¿Tan mal contigo nos portamos
que en silencio y de noche mudaste de morada?
Hoy, vestidos de luto y llanto estamos.
¿Por qué nos privaste de tu presencia?
¿Por qué te esfumaste así, de repente,
sin dar tiempo a la gente
a asimilar tu forzada ausencia?
¿Dónde ir hoy a buscarte?
¿Dónde, desde aquí, poder ir a verte?
¿Qué maneras son esas de marcharte?
¡Lo tuyo es que es muy fuerte!
Tanto tirar y tirar del hilo
que... ¿Cómo no ibas a cruzar el Nilo?
Descansa en paz al fin aquel escriba
que, junto a su inseparable pitillo,
nos llevó hasta las puertas de esa viva
tierra, (que ve pasar el Tiempo, altiva),
para mostrarnos su secreto más ancestral:
¡Que la Muerte, como creemos, no es el final!
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Poema publicado el 03 de Septiembre de 2012
¡Que te marchaste sin decirnos nada,
con lo bien que te tratamos!
¿Tan mal contigo nos portamos
que en silencio y de noche mudaste de morada?
Hoy, vestidos de luto y llanto estamos.
¿Por qué nos privaste de tu presencia?
¿Por qué te esfumaste así, de repente,
sin dar tiempo a la gente
a asimilar tu forzada ausencia?
¿Dónde ir hoy a buscarte?
¿Dónde, desde aquí, poder ir a verte?
¿Qué maneras son esas de marcharte?
¡Lo tuyo es que es muy fuerte!
Tanto tirar y tirar del hilo
que... ¿Cómo no ibas a cruzar el Nilo?
Descansa en paz al fin aquel escriba
que, junto a su inseparable pitillo,
nos llevó hasta las puertas de esa viva
tierra, (que ve pasar el Tiempo, altiva),
para mostrarnos su secreto más ancestral:
¡Que la Muerte, como creemos, no es el final!
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