Se termino el amor
Poema publicado el 25 de Julio de 2011
Se terminó el amor, quien lo diría
Se hizo huella en la noche delirante
Se perdieron los sueños en la aurora
Se oscureció mi voz, muté el semblante
No pude anticipar el cruel deceso
De ese amor que cegara mis deidades
Fue morir al saberlo, fue la muerte
Fue una muerte real y penetrante
Fue ver la oscuridad en las pupilas
Sentir perdida el alma ante el desaire
No ha de ser el morir, como esta muerte
Que sin avisos me llevara el aire
Que dolor inaudito entre los huesos
Que carga tan extrema a mis pesares
Se hizo en mí la traición sin anticipos
Y así, sin anticipos el desplante
Jamás lo ví venir, y esa es mi culpa
Me acepto en inocencia, tan culpable,
Permitir que el destino se burlara
De todo cuanto di, sin limitarme
Fue un cruel tormento el que ingresó a mi vida
Se aferró de mis sueños cual cobarde
La traición duele más que el desengaño
El desengaño llega siempre de causarse
Solo aguardo sentir que se anticipa
El desengaño que me haga ver verdades
He de estar a su espera, aquí, escondida,
Hasta alcanzar a ahogar las oquedades
Sufrir, llorar la ausencia sin retorno
Llorar la muerte de frente ante el cadáver
Sentir que se congelan las ideas
Que el paso se te niega y te hace parte
Debí guardar un poco de mi esencia,
Más toda se la di ansiando darme
Fue el temor a perderlo el triste norte
Que tiñera mi rumbo para amarle
Tanto temí su huída, de tal modo
Que Dios me encegueciera aquella tarde
Deje de ver verdades y evidencias
Que quizás debieron colectarse
Quizás el dolor duela por lo eterno
Quizás anestesiado me acompañe
Sólo el tiempo que es sabio en su camino
Vendrá a mi piel y poblará mi calle
Hoy la noche me invade en su infinito
He muerto tantas veces esta tarde
He llorado mi muerte, he maldecido,
Y me he visto postrada de nombrarle
Me curaré a mi modo, no lo dudo,
Quizás venga el olvido a acompañarme,
Quizás pueda borrar de mi existencia
La humillación fatal de aquella tarde
Tarde gris y agorera que hoy me puebla
Tarde noche que sin piedad me invade
Momento insospechado que me hiriera
Cuando solo aspiraba a levantarme
Me curaré a mi modo, no lo dudo,
Te arrancaré de todas mis verdades
He de reconstruirme en cada poro
Que grabara tu nombre para amarte
No voy a ser la misma que antes era
Debo acusar recibo del desplante
Aprender a medir pasión y entrega
Para evitar sufrir como esta tarde
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 25 de Julio de 2011
Se terminó el amor, quien lo diría
Se hizo huella en la noche delirante
Se perdieron los sueños en la aurora
Se oscureció mi voz, muté el semblante
No pude anticipar el cruel deceso
De ese amor que cegara mis deidades
Fue morir al saberlo, fue la muerte
Fue una muerte real y penetrante
Fue ver la oscuridad en las pupilas
Sentir perdida el alma ante el desaire
No ha de ser el morir, como esta muerte
Que sin avisos me llevara el aire
Que dolor inaudito entre los huesos
Que carga tan extrema a mis pesares
Se hizo en mí la traición sin anticipos
Y así, sin anticipos el desplante
Jamás lo ví venir, y esa es mi culpa
Me acepto en inocencia, tan culpable,
Permitir que el destino se burlara
De todo cuanto di, sin limitarme
Fue un cruel tormento el que ingresó a mi vida
Se aferró de mis sueños cual cobarde
La traición duele más que el desengaño
El desengaño llega siempre de causarse
Solo aguardo sentir que se anticipa
El desengaño que me haga ver verdades
He de estar a su espera, aquí, escondida,
Hasta alcanzar a ahogar las oquedades
Sufrir, llorar la ausencia sin retorno
Llorar la muerte de frente ante el cadáver
Sentir que se congelan las ideas
Que el paso se te niega y te hace parte
Debí guardar un poco de mi esencia,
Más toda se la di ansiando darme
Fue el temor a perderlo el triste norte
Que tiñera mi rumbo para amarle
Tanto temí su huída, de tal modo
Que Dios me encegueciera aquella tarde
Deje de ver verdades y evidencias
Que quizás debieron colectarse
Quizás el dolor duela por lo eterno
Quizás anestesiado me acompañe
Sólo el tiempo que es sabio en su camino
Vendrá a mi piel y poblará mi calle
Hoy la noche me invade en su infinito
He muerto tantas veces esta tarde
He llorado mi muerte, he maldecido,
Y me he visto postrada de nombrarle
Me curaré a mi modo, no lo dudo,
Quizás venga el olvido a acompañarme,
Quizás pueda borrar de mi existencia
La humillación fatal de aquella tarde
Tarde gris y agorera que hoy me puebla
Tarde noche que sin piedad me invade
Momento insospechado que me hiriera
Cuando solo aspiraba a levantarme
Me curaré a mi modo, no lo dudo,
Te arrancaré de todas mis verdades
He de reconstruirme en cada poro
Que grabara tu nombre para amarte
No voy a ser la misma que antes era
Debo acusar recibo del desplante
Aprender a medir pasión y entrega
Para evitar sufrir como esta tarde
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
