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Los trajes de la vida (ensayo) - Poemas de Denia Barrantes Borbón



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Los trajes de la vida (ensayo)
Poema publicado el 29 de Abril de 2010

Llegamos al mundo llorando, batiendo las manos pidiendo alimento, y empezamos a ponernos diferentes trajes escogidos por nosotros a lo largo de la vida, empezamos con  el traje  de la ternura seguida por el traje de la inocencia….

Vamos creciendo igual que los trajes que vamos vistiendo,  nos toca usar el traje de la alegría, el de las preguntas de las travesuras y el de la osadía.

Llega la época de la adolescencia y con ella llegan los trajes del deseo, de la locura, el que nos vuelve invencibles y hasta infalibles, el de La rebeldía y de nuestros  primeros amores.

Y ya con más años, orgullosos nos ataviamos de los trajes de la avaricia el de la envidia y hasta el de la ingrata codicia.

Y continuamos creciendo y cambiando de trajes nos toca el tiempo de vestir el traje de la injusticia, el del poder malsano que carcome el alma el traje de la violencia, EL del abuso, el de la inmundicia.

Y ya cansados de cambiarnos de trajes, hacemos consciencia que hemos transitado por la vida con diferentes trajes, todos ellos utilizados, según el momento, según la ocasión.

Miramos nuestro closet de trajes usados ya marchitos ya desgarrados son solo harapos, sucios y marcados por odios, desidias, desamores y olvidos.

Desesperadamente buscamos y encontramos que frente a nosotros existían muchos bellos trajes que jamás creíamos que poseíamos, en los cuales nunca nos habíamos fijado, esos definitivamente no nos servían, no los necesitábamos, era tanto el orgullo, la prisa, la amargura, que no, ninguno llamó muestra atención

Observamos tantos trajes lindos y sencillos, el de la cordura, el del amor al prójimo, el traje de pasión, el de el descanso, el del placer, el traje del disfrute con los verdaderos amigos, con el  hermano, el de la hermana, con el mendigo, el pobre de espíritu, el vagabundo, el trabajador, muchos trajes en el olvido…

Pero qué lástima ya es tarde para poder usarlos. Para poder retomarlos y cubrir con ellos  tanta miseria, tanta avaricia, tanta desilusión, desesperanza y sobre todo con el corazón rotoe. Ahí en ese momento fue cuando empezamos a vestirnos con  el traje de la nostalgia, el del arrepentimiento, el de los temores y el de los lamentos

Y más allá en el fondo muy escondidos encontramos otros de los tantos trajes que debemos usar de ahora en adelante, cuando ya nuestra vida están llenas de  miedo y pena

Encontramos  el traje de la soledad y muy cerca de este, el traje de la culpa.

Tomando conciencia buscamos desesperadamente y clamando al cielo encontrar en nuestro closet, más trajes a nuestra medida,  el traje de la clemencia, el de la comprensión y el maravilloso traje del amor.

Ya cansados sin saber cual traje nos toca usar, miramos al cielo, clamamos piedad y solicitamos a Dios poder encontrar un único traje, el que en este momento de nuestras vidas marchitas, necesitamos usar….

Pero ya sabemos que en este instante ese traje ya ha sido confeccionado y diseñado a nuestra medida, a nuestro gusto y se ha tomado en cuenta nuestras acciones, por nuestros pecados, por nuestras omisiones

Pero oh mi señor, por tu infinita misericordia, danos  ese traje que hoy tanto necesitamos… sin merecerlo, queremos despedirnos  de los que una vez olvidamos, pero que igual… amamos. De los que lastimamos les robamos el tiempo, les robamos ilusiones

Que ese traje sea nuestra mortaja Prometemos lucirlo con orgullo y que todo el que lo mire se dé cuenta que el gran sastre fuiste tú mi señor.

Porque ese traje solo se ha podido confeccionar de tus Santas manos de tu Sangre preciosa que derramaste por mí, por ti, por nosotros.

Oh mi señor hoy necesitamos  lucir ese maravilloso traje EL TRAJE DEL PERDÓN


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