Cazadora
Poema publicado el 18 de Diciembre de 2012
Tejados de grietas esperan los orificios de la luz
Que atravesaran las dudas amontonadas en la mirada
esquinera de un cuarto clandestino.
Y con este destino solo vestido con lo que el día de ayer
le dejo en los postes de mis sueños
voy por esta ciudad.
Mis pasos no pregonan ningún clamor
de amor por este cuerpo de ciudad.
Volteo la esquina
Como alguien que descifra un crucigrama
con los ojos cerrados,
pero no puedo desenterrar mi nacimiento
de ella.
Aunque no quiera, ella
Enmaraño sus calles en mis
Momentos alegres
Con sutileza de azar,
De casualidades
O de un malabarismo de
Improvisaciones.
Te trajo hasta mi
O al inverso
Ella me arrojo a tus pies
Con tallas de raíces
Y estatura de viento giratorio.
Tú eres la otra ciudad
Sin semáforos,
de vías abiertas
Sin señales de precaución
Para perderme siempre
Buscando tu domicilio,
la calle
De todos tus días .
Cometiendo infracciones
Buscándote entre vitrinas
Y vestidos aun sin estrenar.
En anuncios clasificados
Donde solo sopla mi rostro
Anunciando mi desaparición.
Sé que solo apareces cuando
El cielo está a la deriva y de su
Bostezo salen náufragos a jugar
Entre las cuchara hambrientas
Del medio día.
Las nomenclaturas cambian
De autopista cada vez que
Pestañeo.
La ciudad vuelve a resucitar
Ese instante que soy
Con la alegría que solo las casualidades
Conocen.
Estas ahí, saliendo con un halo de azar
Y un misterio que me vuelve un desconocido
Solo tú sabes quién soy
Porque en tu piel yo soy el único tráfico en la
Petición de tus deseos.
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Poema publicado el 18 de Diciembre de 2012
Tejados de grietas esperan los orificios de la luz
Que atravesaran las dudas amontonadas en la mirada
esquinera de un cuarto clandestino.
Y con este destino solo vestido con lo que el día de ayer
le dejo en los postes de mis sueños
voy por esta ciudad.
Mis pasos no pregonan ningún clamor
de amor por este cuerpo de ciudad.
Volteo la esquina
Como alguien que descifra un crucigrama
con los ojos cerrados,
pero no puedo desenterrar mi nacimiento
de ella.
Aunque no quiera, ella
Enmaraño sus calles en mis
Momentos alegres
Con sutileza de azar,
De casualidades
O de un malabarismo de
Improvisaciones.
Te trajo hasta mi
O al inverso
Ella me arrojo a tus pies
Con tallas de raíces
Y estatura de viento giratorio.
Tú eres la otra ciudad
Sin semáforos,
de vías abiertas
Sin señales de precaución
Para perderme siempre
Buscando tu domicilio,
la calle
De todos tus días .
Cometiendo infracciones
Buscándote entre vitrinas
Y vestidos aun sin estrenar.
En anuncios clasificados
Donde solo sopla mi rostro
Anunciando mi desaparición.
Sé que solo apareces cuando
El cielo está a la deriva y de su
Bostezo salen náufragos a jugar
Entre las cuchara hambrientas
Del medio día.
Las nomenclaturas cambian
De autopista cada vez que
Pestañeo.
La ciudad vuelve a resucitar
Ese instante que soy
Con la alegría que solo las casualidades
Conocen.
Estas ahí, saliendo con un halo de azar
Y un misterio que me vuelve un desconocido
Solo tú sabes quién soy
Porque en tu piel yo soy el único tráfico en la
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