Tú
Poema publicado el 04 de Abril de 2016
Tú, la hermosa dama que encontré un día,
la atractiva niña que mis ojos vieron,
genuina y fúlgida luz donde nacieron
las esperanzas con mi real algarabía.
Tú, de mis ilusiones, la eterna dueña,
lámpara candente que encendió mi vida,
fuiste al momento la princesa elegida
fuente de fervor por el que un ser se empeña.
Tú la reina de mis dulces esperanzas,
soberana de mi vida y de mi mente,
la mujer por la que rezo diariamente,
por la que lloro objetando lontananzas.
Tú, la diva de mis sueños juveniles,
atractiva estrella de bellos encantos,
la que se merece fabulosos cantos
por ser atractiva y de actos muy gentiles.
Tú, testigo de mis sueños y locuras,
bella amada que impactaste mi existencia,
la que oferta a mis versos la elocuencia
con que curo mis intactas amarguras.
Tú, el relámpago que sacudió mi vida
y la enrumbó hacia parajes celestiales,
donde allí, sempiternos y muy joviales
habitamos, tú y yo, sin más cabida.
Tú, la perla que se busca intensamente,
la gema que ha estimulado mis desvelos,
el rubí que resplandece mis anhelos,
el volcán que inmoviliza mi mente.
Tú, la fuente pura y de agua cristalina,
romántico murmullo de un arroyuelo,
voz y nota inconfundible sobre el suelo
que con galanura y sonrisas camina.
Tú, la brisa que refresca mis memorias,
el precioso encanto que es sabiduría...
la pasión intensa que amalgamaría
instantes intensos y lindas historias.
Tú, aquel horizonte azul y despejado
inspiras a mi alma con total belleza...
y este tal delirio que hoy por ti empieza
en el cielo mismo va a quedar grabado.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Poema publicado el 04 de Abril de 2016
Tú, la hermosa dama que encontré un día,
la atractiva niña que mis ojos vieron,
genuina y fúlgida luz donde nacieron
las esperanzas con mi real algarabía.
Tú, de mis ilusiones, la eterna dueña,
lámpara candente que encendió mi vida,
fuiste al momento la princesa elegida
fuente de fervor por el que un ser se empeña.
Tú la reina de mis dulces esperanzas,
soberana de mi vida y de mi mente,
la mujer por la que rezo diariamente,
por la que lloro objetando lontananzas.
Tú, la diva de mis sueños juveniles,
atractiva estrella de bellos encantos,
la que se merece fabulosos cantos
por ser atractiva y de actos muy gentiles.
Tú, testigo de mis sueños y locuras,
bella amada que impactaste mi existencia,
la que oferta a mis versos la elocuencia
con que curo mis intactas amarguras.
Tú, el relámpago que sacudió mi vida
y la enrumbó hacia parajes celestiales,
donde allí, sempiternos y muy joviales
habitamos, tú y yo, sin más cabida.
Tú, la perla que se busca intensamente,
la gema que ha estimulado mis desvelos,
el rubí que resplandece mis anhelos,
el volcán que inmoviliza mi mente.
Tú, la fuente pura y de agua cristalina,
romántico murmullo de un arroyuelo,
voz y nota inconfundible sobre el suelo
que con galanura y sonrisas camina.
Tú, la brisa que refresca mis memorias,
el precioso encanto que es sabiduría...
la pasión intensa que amalgamaría
instantes intensos y lindas historias.
Tú, aquel horizonte azul y despejado
inspiras a mi alma con total belleza...
y este tal delirio que hoy por ti empieza
en el cielo mismo va a quedar grabado.
¿ Te gustó este poema? Compártelo:
Compartiendo el poema con tus amigos en facebook ayudas a la difusión de estas bellas creaciones poéticas y ayudas a dar a conocer a los poetas.
