Un brindis a tu ausencia
Poema publicado el 19 de Enero de 2023
Hola, querida y amada mía.
Fácil resultaría preguntar como ha sido tu vida sin mí,
Porque es claro que el peso de estar sin mi te aliviano el alma,
Como si la vida otorgase una segunda oportunidad después de una trágica muerte.
Y siento envidia, al verte hoy con todo lo que eres y esos destellos de lo que eras,
Al menos a mis ojos; esa misma sonrisa, esa misma mirada y toda la hermosura
Que un día me atrapo en los brazos del amor, cuando frente a ti me sentí enamorado,
Dichoso y afortunado de poder estar con quien parecía, sería el amor de mi vida.
Envidia de verte hoy en tu nuevo presente, en el que se te ve feliz y enamorada,
Dichosa, prosperada y con la perfección que nos puede brindar este mundo y su realidad,
Pero sobre todo por dejarme en tu pasado; enterrado, olvidado y arrumbado,
Cual traste viejo y desechado, que ya no presta ninguna utilidad.
Ojalá, yo…
Pero me alegra poderte ver así, en el fondo se que esa felicidad que reflejas hoy
Es la misma que tanto he perseguido sin alcanzar, incluso en piernas y pechos equivocados
Donde me refugie con total convencimiento que ese debía ser mi lugar,
De pronto, hasta en los tuyos también.
Levantemos la copa y que suene el cristal, estimada ausencia y brindemos,
Y es que brindo contigo porque tu si me has acompañado,
no como la ingrata esa que me robo el corazón, el tiempo y hasta el olvido,
¡sí, olvido! pues si hubiese olvidado tu no estarías aquí, acompañado esta nostalgia.
Nostalgia que quisiera arrancar de mi pecho y tirártela en la cara,
para que pruebes a lo que sabe la indiferencia y el olvido,
para que degustes las mieles de la ausencia de un beso, una sonrisa y un abrazo.
pero a veces pienso que tú no tienes corazón para sentir lo que estoy diciendo.
Mejor sonrío mientras bebo el primer sorbo de este agridulce trago,
Sonrío de ironía en la desdicha que es, el estar aquí, sentado frente a nada,
Frente a lo único que me pudiste dejar, todo lo que estuvo a tu alcance,
Lo que mejor se te dio entregar, “tu ausencia” eso, si, que me pudiste dar.
¿Dime que se siente querida mía? Ver que hoy mis palabras solo quieran expresar
Lo que nunca te pedí pero que, tu si quisiste y me pudiste dar, ausencia.
Y no me malinterpretes, no es que te guarde rencor u odio, no.
Pese a que me haya quedado solo en esta mesa brindando como un loco en su desdicha.
No es resentimiento, el desearte que sufras y que cabalgues por los caminos del dolor y abandono,
Como me toco sufrir a mí, aunque tal vez eso ya lo has vivido,
Mejor seria que te pase algo que te cause en el corazón mucho dolor y sufrimiento,
Para que sepas que es sentirse enfermo sin tener dolor en el cuerpo.
Pero seguramente eso seria poco para ti, al final todo enfermo se muere o se cura,
y en lo finito de la vida dejar de sentir ese dolor y ese sufrimiento que, también pasara.
Desearte un mal amor no me va a curar nada ni me devolverá tu presencia,
Tu amor, tus besos, tus abrazos, tu calor, el encanto de tus ojos o el poder de tu sonrisa.
Nada de esto me calmara, nada de esto te quitara apreciada, hoy compañera,
Nada de esto me volverá a ti o el tiempo para estar junto a ti,
Mejor deseare lo único que podría desear, para que puedas, al fin, estar aquí.
Por eso, deseo que estés en mi lugar, aquí y ahora, brindando… con ella.
¡salud!
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Poema publicado el 19 de Enero de 2023
Hola, querida y amada mía.
Fácil resultaría preguntar como ha sido tu vida sin mí,
Porque es claro que el peso de estar sin mi te aliviano el alma,
Como si la vida otorgase una segunda oportunidad después de una trágica muerte.
Y siento envidia, al verte hoy con todo lo que eres y esos destellos de lo que eras,
Al menos a mis ojos; esa misma sonrisa, esa misma mirada y toda la hermosura
Que un día me atrapo en los brazos del amor, cuando frente a ti me sentí enamorado,
Dichoso y afortunado de poder estar con quien parecía, sería el amor de mi vida.
Envidia de verte hoy en tu nuevo presente, en el que se te ve feliz y enamorada,
Dichosa, prosperada y con la perfección que nos puede brindar este mundo y su realidad,
Pero sobre todo por dejarme en tu pasado; enterrado, olvidado y arrumbado,
Cual traste viejo y desechado, que ya no presta ninguna utilidad.
Ojalá, yo…
Pero me alegra poderte ver así, en el fondo se que esa felicidad que reflejas hoy
Es la misma que tanto he perseguido sin alcanzar, incluso en piernas y pechos equivocados
Donde me refugie con total convencimiento que ese debía ser mi lugar,
De pronto, hasta en los tuyos también.
Levantemos la copa y que suene el cristal, estimada ausencia y brindemos,
Y es que brindo contigo porque tu si me has acompañado,
no como la ingrata esa que me robo el corazón, el tiempo y hasta el olvido,
¡sí, olvido! pues si hubiese olvidado tu no estarías aquí, acompañado esta nostalgia.
Nostalgia que quisiera arrancar de mi pecho y tirártela en la cara,
para que pruebes a lo que sabe la indiferencia y el olvido,
para que degustes las mieles de la ausencia de un beso, una sonrisa y un abrazo.
pero a veces pienso que tú no tienes corazón para sentir lo que estoy diciendo.
Mejor sonrío mientras bebo el primer sorbo de este agridulce trago,
Sonrío de ironía en la desdicha que es, el estar aquí, sentado frente a nada,
Frente a lo único que me pudiste dejar, todo lo que estuvo a tu alcance,
Lo que mejor se te dio entregar, “tu ausencia” eso, si, que me pudiste dar.
¿Dime que se siente querida mía? Ver que hoy mis palabras solo quieran expresar
Lo que nunca te pedí pero que, tu si quisiste y me pudiste dar, ausencia.
Y no me malinterpretes, no es que te guarde rencor u odio, no.
Pese a que me haya quedado solo en esta mesa brindando como un loco en su desdicha.
No es resentimiento, el desearte que sufras y que cabalgues por los caminos del dolor y abandono,
Como me toco sufrir a mí, aunque tal vez eso ya lo has vivido,
Mejor seria que te pase algo que te cause en el corazón mucho dolor y sufrimiento,
Para que sepas que es sentirse enfermo sin tener dolor en el cuerpo.
Pero seguramente eso seria poco para ti, al final todo enfermo se muere o se cura,
y en lo finito de la vida dejar de sentir ese dolor y ese sufrimiento que, también pasara.
Desearte un mal amor no me va a curar nada ni me devolverá tu presencia,
Tu amor, tus besos, tus abrazos, tu calor, el encanto de tus ojos o el poder de tu sonrisa.
Nada de esto me calmara, nada de esto te quitara apreciada, hoy compañera,
Nada de esto me volverá a ti o el tiempo para estar junto a ti,
Mejor deseare lo único que podría desear, para que puedas, al fin, estar aquí.
Por eso, deseo que estés en mi lugar, aquí y ahora, brindando… con ella.
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