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Subo a mi corazón y desato el oleaje de un campanario (libro de poesía) - Poemas de Jorge Lemoine Y Bosshardt



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Categoría: Poemas de Amor
Subo a mi corazón y desato el oleaje de un campanario (libro de poesía)
Poema publicado el 25 de Enero de 2011

POEMAS




1.

Ya vienen las botas tapando
en los hormigueros los ojos de los
hombres que fueron testigos
la tierra es hombres secos
manos vueltas al beso inicial
tiempos y sitios distintos que ya
son lo mismo
Pero este regreso no es haber
tenido partidas
Ya vienen las botas de la profecía
sobre los hombres que ya no son
las cenizas
Suenan sirenas extrañas en los
puertos vacíos
lloran algunos niños de historia atrasada
algunos ojos enormes comprenden y aceptan
al final de un camino que eso era el desvío
y mientras van desmantelando palabras
como las golondrinas de la última primavera
cierran como templos de Dioses desmentidos
uno por uno los extraños niños
y como el agua de la lluvia última
cerradas en el número infinito
todas las semillas que ya nunca frutas
emprenden la nada por los mil abismos
de los hormigueros que caen al nunca.

Una rama se quiebra bajo un pie desnudo
el primer acecho donde se abre un ciego
pregunta en la sed y en el hambre primeros
qué es esto a lo que empieza ya a llamarle mundo
Y sin saber que ya, es decir mañana
sin saber que estar es haber llegado
descubre sus manos al tomar la
rama
y se queda absorto contemplando el
barro.
Destapando miedos la primera
sombra
la noche primera todo dolorido
se vuelve redondo para achicar
el frío.
regresando al barro como buscando
abrigo
Huyó tanto ese día se hizo tanto a su carne
que reconoce los ojos por la mañana y se abre
se toca los pies, es el primer niño
es el primer miedo se toca se toca
se alza como un pino se tropieza y cae
le duelen los pies se toca, no sabe
toma algunas plumas, toma algunas
hojas
son suaves, las pisa y ya no se cae.

Una rama se quiebra bajo algunas hojas
reconoce un punto, un sonido extraño que
no está en el aire
levanta la rama que pisó. como antes.
reconoce antes reconoce ahora
los pies no le duelen, se mira las botas
ya no mira el barro sigue hacia delante




2.

Porque soy como todos, un aquí y un ahora,
una muerte posible y un recuerdo
de veces
una esperanza abierta y más que todo
siempre
un yo que dice de los otros y que ignora.

Alguna vez he sido el tú de un labio
y lo que a alguien le faltaba para ser
nosotros
que fue conmigo, tal vez por eso soy un
antes de los
otros
y un después que mentirá a la espera
hasta ser pasado.

¿Qué más soy? tengo cosas mejores
silencios que son menos pecado que mentiras
mentiras que son menos peores que odios
y que iras
y tengo más que todo muchas cosas peores
no obstante soy también lo que me es
un amor hacia mí mismo que llaman
egoísmo
y un a veces amor hacia los otros que es
lo mismo
según me vuelva amado de los
que yo amé.

Ése es todo el ser que soy, un alguien

un testigo de historia o un pedazo de
ella
una manera de poder morir. Mi vida
es ésta.
Después
Una tumba sin nombre y sin mártires.




3.

Tú;
porque no necesitas nuestra historia para nuestra
costumbre
porque el hábito contigo
es mutuidad de espera
y paz de solo conservada.

Tú;
porque llegas y lo tomas todo,
como si fueras el fin de una vigilia
(basta un solo llegar para dos abandonados)
Tú; porque
nadie puede negar tus palomares
a mis alas descansadas.
¿acaso no es tuyo desde siempre (porque
ibas a llegar)

Porque en ti acaba una espera; tú.

Tú y tú, porque ya estás conmigo
y subo a mi corazón y desato el oleaje de un campanario
para rezar, para llorar, para gritar
y nada te doy ni tomas, sino que todo es tuyo.
el día, el domingo,
y la sangre retoza, niña y de día
luego de tanta ansiedad
de auscultar horizontes
Tú, porque
en tu primera vez habrá desde antes
ya un rito cotidiano,
tú porque diaria compañera ya,
recoges el musgo de sombra que me
crece por la
noche,
y enciendes una lámpara de palabras al
silencio,
que no es el mismo, tibio
en que nos callamos (pero no callamos)
aprendidos y apretados tantas horas.
Tú porque pusiste tu nombre a mi poesía
como haciendo una casa en un territorio de
abandono.




4.

En estrechos zaguanes se acantila una
doctrina
echar redes a un huerto con afán labriego
y soñar con esperanza de pescador poeta




5.

A veces en tus ojos florecen palomas
y sangras la savia que te sube desde el alma
tienes tristeza de andenes finales
y fervor de labriego para llorar.

Un íntimo himno se te escapa por los párpados.




6.

todo empieza con yo y
siempre aquí será nosotros o
la soledad




7.

Cada día entierro un túnel
pierdo millones de historias
me soy
pero me camino no toda la tierra.
entonces sin preguntar todas las cosas
que no, me siento diferente, único,
sitial, solo.
pienso que somos un barro de ciegos
caldo de ventanas derretidas que a veces
pregunto quién cocina.
Hoy enterré un altar como cualquier día
tal vez porque usé las piedras antes de
hacerlo para matar pájaros o esconderme.
Hoy me enterré un altar hoy morí
tantos testigos
y me acepto en la imperfección de
poder ser cualquiera cualquier
cosa. cualquier historia cualquier
nunca.
Si la realidad es siempre lo que ha
sido, qué importa ser yo mismo
u otro que al fin sería yo o él mismo.




8.

¡Qué importamos desde o hacia dónde si a
veces aquí no nos existe tanto.




9.

las manos con la boca abierta.




10.

"me cuesta lo que dices"
—jardinero—
colaborar con tu imagen.

temo que no correspondas con mi
imaginación.




11.

yo soy pastor de silencio
tu sangre será arrancada de
raíz
tu sangre de raíz,
éste es el verso.




12.

entraña de corazón
y viento
rumbo crucificado




13.

...Pero ya zarpamos el olvido
Ya nosotros. el nunca. ya todas las cosas
ya el silencio es un país vacío
un ciego que volvemos noche a noche
Ya nos ponemos el tiempo
la imagen que nos están los testigos.
Ya nos brota el nadie que existimos
a cada lejanía
y aceptamos la historia sin tiempo
a cada rostro nuevo.
Ya todo lo partimos
Ya todo lo quedamos
Desde aquí nosotros
como habernos crecido en los ojos
desde aquí la nuca y mañana
como los puertos ——
Ya todo lo zarpamos
llegados desde nunca
hasta la eternidad de morir
contando tiempo.
¡¡¡Y a pesar de las cosas que nos existen
¿qué nos quedamos sino el
rincón siempre después nunca que es
siempre. infinito
del silencio tiempo adentro de
nosotros?!!!




14.

Mírame a las manos
Mírame a los ojos como a la profundidad de
un ciego.
Y cállame a las sombras
a las manos como a una actitud de
árbol y diluvio.
Cállame a los ojos
Cállame a la espera
de llegar hombres
o inhumanos
Dios
de otra manera.
Cállame al silencio
vaciando espejo sobre espejo.
y cuando tu mano vuele
tu pájaro inicial
raíz venida de la luz incomenzada
cuando alas la soledad
de mi diluvio sin ausencia ni
espera (de ser único)
habrá sido el silencio
palabras enteras




15.

Mi mano habrá muerto de piedra y cielo
y vendrá tu pájaro de pan
a anidar en los rincones de mi raíz sin
sed como un cangrejo.
y se pondrá tu garganta. como decir
la tarde
se pondrán tus ojos como barcos nuevos
y aprenderé que estaba solo en tu costado
como el viento
como despertar con la mañana y saber
que estaba ciego
Ah! tantas tardes gaviota
abierta en el durazno
me sentiré poeta u hormiga en tu boca
de playa infinita
tantas veces abismo
y laberinto de sangre
y nido en el rincón de tu piel sin
naufragios.
Mi mano habrá muerto de silencio y
muelle
pero la mañana de la noche larga
irrumpiremos silencio en silencio
sombras envainadas en la sombra
como una lámpara de sombras
y una gruta solitaria.




16.

Habremos habido tanto azul sin principio
como errantes eternos
en la irrealidad del otro
y allí tapados del diluvio siempre a espalda
que nos acorrala
allí barro de ciegos
mezclados como los hombres y
las hormigas
alzaremos el grito encontrado
como un mástil




17.

Mi mano hará raíz en tu garganta
tu víscera
un púlpito como toda la tierra
nos gritará por todo el tiempo
hasta que el mar ya no nos llegue
pero sigamos sonando a libertad
como los caracoles.




18.

Rodearás la eternidad como una
semilla. pero te faltarán
testigos. ——




19.

Ahora, cuando el mundo excede mi garganta
echo las manos al silencio sin peces
y la sed ahueca un caracol en la
sombra.
Yo he sido a veces una hormiga inexorable
sobre mí. comiéndome los cerrojos
vivo el rito de suicidarnos en los
números. Y cumplo como una
golondrina
con la inexorabilidad del infinito en
un anillo.




20.

Y la inexorabilidad del infinito en
un anillo, éste, pero en realidad cualquier
lado del mundo
cualquiera, pero esta manera de la
gente.
un espejo que nada emite, que todo
lo traga
que existe las cosas de sí testimonio
como llevando la cuenta
a veces me racimo
multiplicado en manos
por la sed de serme en cada cosa.




21.

Duelo y soy como un anzuelo
desclavando azul en el abismo
duelo en el muerto donde vivo
el que muere me vive lo que duelo.




22.

creo en ti
como un ciego en una mano




23.

A grito abierto te desboco
mi sombra como un
barco nada.
para que te vengas con tus
propias maderas.
de todo lo caliente
el árbol de sombra de los hormigueros
todo el velamen de la tierra
como una mano de silencio
te agarganta todas las
palabras sin vientres como
pájaros desnudos
descalzos.




24.

(irrumpiendo como el cielo atronando
un pez)




25.

Mano adentro de tus ojos
la espera es una soledad eterna
Vengo a tu último ciego
para vivirte el relámpago que me tragues
Y en el andén donde todo está aceptado
rompo el candado final
y el tiempo no habrá sido cerrado.
...Y sembraré sobre los huesos de todos
los muertos obligados.
sembraré sobre las gargantas que gritaron
en remotos lenguajes sin testigo.
para añadirme a tu sangre.
El diluvio será la espalda de un pájaro
el nunca, el tiempo de la nada
toda la soledad
y luego alzaremos el silencio ganado
a garganta y ciego
para hacer panes de palabras
con la sangre genital de las
estrellas.
Todo lo habremos, como el silencio
mano adentro de tus ojos
donde nos raíces el mundo.




26.

Viviré en tus dientes como las gaviotas
en la roca, agregado a tu grito
(como los mártires en el último
héroe)
y ya sabré qué era vivir, a la hora
de morir con razón.




27.

Caeré por tu sangre como un náufrago
en el silencio




28.

barro de silencio
pero nunca vuelves de
mañana porque el tiempo es un camino que sólo va.




29.

La cuenca de tu savia
circular
la ruta del molino
sin fatiga
ruega de savia tu
corazón de barco

agua luminosa




30.

Puedo quedar con tus palabras
para probar como un rompecabezas
el mundo que les cabe.
las miro una por una como si fuesen
caracoles
midiéndole a cada una la soledad
que me viven.
me pongo tu canto en la garganta
que me espera por adentro
como un buzo
como haciendo camino con tus mapas.
Siento que te soy testigo
Y bajo hasta serme ciego en tus mismos
abismos
a preguntarme cuál es la ceguera de ver.




31.

En el día tu mano o la mía es un
puerto que aprendemos a haber esperado
tanto.
Toda la soledad averiguada en un rostro
nos irrumpe en el instante de empezar
a perder la cuenta de la eternidad.




32.

para envainar mi canto en tu garganta
como la lluvia en los hormigueros.




33.

Para sernos de verdad
todo será cenizas por la espalda




34.

Alguien más yo que yo mismo.
De todas mis distancias tú eres mi
única ausencia.




35.

Tu voz es un vaso de distancias
como el mar en un caracol.




36.

Me trago la raíz de tu garganta
y leva anclas tu soledad por mi vigilia




37.

Toda tu soledad que me tragué




38.

Madúrame tu pelo el silencio.




39.

porque no importa la palabra nueva sino la
vida nueva
voy diciendo cosas que algún otro ya dijera
que ya han sido dichas
como estrenando con mis uvas el vientre de la
tierra
sin preguntar por otros huertos ni por otras
primaveras
que el costado se nos viene de lejanías y nieblas
como decir aquí, hoy esto es lo que sería
y decimos tal vez como decir mañana a ciegas
tal vez: la única certeza que nos queda todavía.




40.

Partir es bueno si aprendemos
el camino de vuelta




41.

Una esquina cualquiera una canción
cualquiera desdibujada en un silbido
cualquiera




42.

Más a ti de tu coraza. coraza ¿sabes?
mi imagen es mucho más que tu silencio.




43.

hace falta o que Dios te imagine muy
potentemente, o tener una imagen muy
potente de Dios.




44.

Tenía una cara minuciosa

minuciosamente arrugada




45.

Más a ti que tu coraza
(tu coraza sabes?)
pierdo el rumbo de mi propia sombra.
ahora es otro silencio el que quemo
con palabras
Guárdame tus cosas del nunca
yo soy el que te tendrá eternamente
porque mi tiempo sin horas no
tiene partida.
Adiós a tus manos que todavía
soy ciego
Adiós a tu boca de gaviota que
no tuve tus tardes
Adiós a tus hormigas dulces
que no pude decir estrellas
Adiós a tu garganta de caña
que me quedé la savia.
Nada nos anuncia
nada parte
Hoy partir es perder una historia
antes del día.
Tú! partir es desmantelar piedra
por piedra los altares
toda el alma acudida a responder
un rostro
Adiós un poco también a mí mismo
Adiós un poco mucho más a mí
mismo
Hoy no hay otro tiempo que el que
pierdo
me voy quedando atrás de la
distancia
como ya predecirme en otro encuentro
la mirada vacía
la mirada como la mano de un
muerto.
Si tú quieres volverme
(regalarte la otra punta del silencio)
estoy en el zaguán de tu tristeza
como un hombre redondo
en el frío del invierno.
llámame a pasarnos nuestra historia
a poblarnos de manos el silencio
a secarnos la gente de los puertos
y el destiempo que nos pasa
con la luna caliente de los huertos.
En tus dientes vivían mis gaviotas
de tu silencio marino
me quedo con los sueños
búscate la frente que me toca la
espalda
Que yo no supe treparme hasta tu
beso
para abrirte un campanario ojos adentro
Ahora que la distancia es soledad
Adiós con el beso que ahora sí
tiene soledad




46.

no creo en los presagios pero siempre después de
las cosas tengo la impresión de que hubieran
sido auguradas. pero sólo en los casos de cosas
que me importan es lógico.




47.

Si puedo desmentir los astros que me obliguen
elegir las estrellas que me hubieran sido




48.

Cuando le crecen dientes a mis manos, te
espero en mis manos para saciar tu espera
milenaria como un diluvio o invadir
el acecho de tus alimañas con una antorcha
interna en tu sombra. Todas mis quillas
poblarte como la tierra, pero sólo para
gritarle a tus raíces para clavar mi mano
como un ancla en tu espeso silencio
para añadir mis anclas de madera a tu
hambre sin puertos — llegarte así como se
anuda la indescifrable mano de la niebla
con el humo de un barco de lejanía sin
nombre, y bebamos así la última sonrisa
de los túneles la soledad de un niño sobre un
soldado muerto grotescos como pájaros que naden
sus primeras alas. Todo cansarnos, salvajemente
ciegos como buzos en la tierra y reírnos como un
campanario de la palabra amor de todas las pala-
bras que nos quieran explicar
Voy a tascar la última arena de mi oleaje
latido a alas y campana sobre tus cerrojos
abismos. Te voy yegua marina, garza
cansada después de la tormenta porque después
de abrirnos, tal vez podamos arrasarnos los
días que nos esperamos.




49.

Chau, este beso sí tiene soledad
por eso te lo dejo como un pájaro
para que sea más fácil la distancia
pero para que sepas volver
o llegar.




50.

Tu luna es un corazón de pan y el viento
de sangre una voz de silencio
estoy pensando en ti
por eso me siento como se sienten los poetas
me siento poeta
como para decir que naufrago a silencio
o que canto con las manos
como un árbol
de lenguaje ciego.
Todos los himnos quietos
me vienen por la saliva de la noche
como el barco pájaro del beso.




51.

Hay cosas que son istmos de contacto
tácitamente comunicativo. La
moda. el diario. pero donde no
internalizamos interpersonalmente
donde no hay una participación
ni un aporte directo, sino y no
indefectiblemente una aceptación
y asumisión de todo lo que al
fin constituye lo caracterológico
de las circunstancias
Convergemos por tiempo en los detalles
que determinan lo que llamamos
época




52.

Qué vacío gritar con otra cosa
que silencio




53.

Este barro de silencio y náufrago
me va tragando como una ciénaga.
Enciendo mi linterna de sombras
y apenas alcanzo a callar unas estrellas.
No tengo más remedio que caminar mi
peregrino
me paso la frente por la espalda
pero no hice camino




54.

todas las sectas de mi sombra
conviven con tus lámparas.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT


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