Alborada de san juan en vega
Poema publicado el 24 de Noviembre de 2010
Alborada de S. Juan en Puerto de Vega.
Su luz derramó dorada
el alba, cuando, a lo lejos,
sus brillos vieron alegres,
donde los vieron risueños,
si no viejos pescadores,
los más ancianos labriegos,
cuando las llamas del día
despertaban su bostezo,
donde corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas dibuja
un remolino.
Y, al correrse las cortinas,
murmuraban su requiebro,
las olas por ser las olas,
el viento por ser el viento,
las sombras porque morían,
las luces porque vencieron,
el aire por verse libre,
los cielos porque son cielos,
donde corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas dibuja
un remolino.
Su luz derramó prudente
sobre las alas del viento,
con sus bostezos callados,
con sus pinceles primeros,
con el color de las nieves
sobre azules traicioneros
que alborotan las espumas
en solitarios pedreros,
porque corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas esconde
un remolino,
porque besa los mares
el arroyuelo
y en sus aguas refleja
el oro viejo.
Y, donde vino temprana,
soltó la brisa que frescos
los campos y playas quiere,
los montes y los oteros,
los cordales y los valles,
las quebradas, los hayedos,
los pinares y las costas
que admiran el mar inmenso,
donde corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas dibuja
un remolino,
porque besa los mares
el arroyuelo
y en sus aguas refleja
el oro viejo.
Que las mozas vienen
desde la Atalaya,
de mirar las olas,
de mirar las playas.
Que vienen los mozos
desde las calas,
de coger el bígaro
con la mar tan baja.
Que las mozas vienen,
subiendo del puerto,
donde están las lanchas
en profundo sueño.
Que vienen los mozos
de los otros pueblos
por saber sus cantos
y ver su salero.
Que las mozas vienen
y los mozos van,
que en Soirana se hacen
fiestas por San Juan.
Que los mozos vienen
y las mozas van
a tomar la brisa
al lado del mar.
2009 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Alborada de San Juan en Puerto Vega”
Todos los derechos reservados por el autor.
José Ramón Muñiz Álvarez
(Breve reseña)
José Ramón Muñiz Álvarez nació en la villa de Gijón y sigue residiendo en Candás (concejo de Carreño). Su infancia transcurre de manera idílica en dicho puerto, donde pasa su juventud hasta el término de sus estudios. Licenciado en Filología Hispanica y especialista en asturiano, vive a caballo entre Asturias y Castilla León, comunidad en la que es profesor de Lengua Castellana y Literatura. Su afán por las letras y las artes lo ha llevado al cultivo de la poesía. Es autor de varios libros, de los cuales ya ha dado a conocer "Las campanas de la muerte", aunque en una tirada modesta.
"Las campanas de la muerte" es una obra que consta de tres poemarios:
1-. "Arqueros del alba", dedicado a su abuela materna, Dolores Menéndez López.
2-. "Ballesteros de la tarde", dedicado a la abuela paterna, Pilar Muñiz Muñiz.
3-. "Lanceros del ocaso", dedicado a uno de sus tíos: Gervasio.
El poemario demuestra el extraordinario vínculo del poeta con sus abuelas, en un momento delicado: el del fallecimiento de las mismas. Es indicativo que el libro se escribiese en tres tandas, las dos últimas muy seguidas. Las partes del libro datan de diciembre de 2005 a enero de 2006, primavera verano de 2007 y enero de 2008.
En este tipo de poesía se recurre a las estrofas más tradicionales, con dos únicas excepciones de versilibrismo. Además de un romance, las demás estrofas son silvas blancas, espinelas y, sobre todo, sonetos.
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Poema publicado el 24 de Noviembre de 2010
Alborada de S. Juan en Puerto de Vega.
Su luz derramó dorada
el alba, cuando, a lo lejos,
sus brillos vieron alegres,
donde los vieron risueños,
si no viejos pescadores,
los más ancianos labriegos,
cuando las llamas del día
despertaban su bostezo,
donde corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas dibuja
un remolino.
Y, al correrse las cortinas,
murmuraban su requiebro,
las olas por ser las olas,
el viento por ser el viento,
las sombras porque morían,
las luces porque vencieron,
el aire por verse libre,
los cielos porque son cielos,
donde corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas dibuja
un remolino.
Su luz derramó prudente
sobre las alas del viento,
con sus bostezos callados,
con sus pinceles primeros,
con el color de las nieves
sobre azules traicioneros
que alborotan las espumas
en solitarios pedreros,
porque corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas esconde
un remolino,
porque besa los mares
el arroyuelo
y en sus aguas refleja
el oro viejo.
Y, donde vino temprana,
soltó la brisa que frescos
los campos y playas quiere,
los montes y los oteros,
los cordales y los valles,
las quebradas, los hayedos,
los pinares y las costas
que admiran el mar inmenso,
donde corre el arroyo
por el molino,
y en sus aguas dibuja
un remolino,
porque besa los mares
el arroyuelo
y en sus aguas refleja
el oro viejo.
Que las mozas vienen
desde la Atalaya,
de mirar las olas,
de mirar las playas.
Que vienen los mozos
desde las calas,
de coger el bígaro
con la mar tan baja.
Que las mozas vienen,
subiendo del puerto,
donde están las lanchas
en profundo sueño.
Que vienen los mozos
de los otros pueblos
por saber sus cantos
y ver su salero.
Que las mozas vienen
y los mozos van,
que en Soirana se hacen
fiestas por San Juan.
Que los mozos vienen
y las mozas van
a tomar la brisa
al lado del mar.
2009 © José Ramón Muñiz Álvarez
“Alborada de San Juan en Puerto Vega”
Todos los derechos reservados por el autor.
José Ramón Muñiz Álvarez
(Breve reseña)
José Ramón Muñiz Álvarez nació en la villa de Gijón y sigue residiendo en Candás (concejo de Carreño). Su infancia transcurre de manera idílica en dicho puerto, donde pasa su juventud hasta el término de sus estudios. Licenciado en Filología Hispanica y especialista en asturiano, vive a caballo entre Asturias y Castilla León, comunidad en la que es profesor de Lengua Castellana y Literatura. Su afán por las letras y las artes lo ha llevado al cultivo de la poesía. Es autor de varios libros, de los cuales ya ha dado a conocer "Las campanas de la muerte", aunque en una tirada modesta.
"Las campanas de la muerte" es una obra que consta de tres poemarios:
1-. "Arqueros del alba", dedicado a su abuela materna, Dolores Menéndez López.
2-. "Ballesteros de la tarde", dedicado a la abuela paterna, Pilar Muñiz Muñiz.
3-. "Lanceros del ocaso", dedicado a uno de sus tíos: Gervasio.
El poemario demuestra el extraordinario vínculo del poeta con sus abuelas, en un momento delicado: el del fallecimiento de las mismas. Es indicativo que el libro se escribiese en tres tandas, las dos últimas muy seguidas. Las partes del libro datan de diciembre de 2005 a enero de 2006, primavera verano de 2007 y enero de 2008.
En este tipo de poesía se recurre a las estrofas más tradicionales, con dos únicas excepciones de versilibrismo. Además de un romance, las demás estrofas son silvas blancas, espinelas y, sobre todo, sonetos.
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