La danza de las mieses.
Poema publicado el 05 de Mayo de 2012
"Solo las mujeres racistas buscan príncipes azules".
En el Olimpo de las divinidades,
hay numerosas variedades de dioses
que según tus posibilidades
esperan turno para ser contratados.
Hay dioses,
divina y primorosamente acoplados
en sus confortables e irrenunciables tronos celestiales,
que mantienen a rajatabla y a quemarropa,
el resplandeciente triángulo de su superioridad,
y la impecable, inmaculada y majestuosa
blancura de su barba,
a costa del sufrimiento, la incultura y la pobreza
de sus fieles.
Que te acuerdes de ellos en sus oraciones, les gusta,
pero les fascina que a una intensiva, absurda y repetitiva
retahila de ritos y plegarias,
acompañe siempre un esplendoroso y constante donativo.
Hay otros dioses, que cortan de raíz el contrato
y la letra pequeña del mismo.
Cortan de raíz
el reclutamiento canalla y precoz del alistamiento.
Cortan de raíz la oración.
Cortan de raíz la explotación.
Cortan de raíz la humillación.
Cortan de raíz la ostentación.
Cortan de raíz la provocación.
Cortan de raíz la contradicción.
La sencillez de su idioma,
la honradez de su mensaje,
y la pureza de su árbol genealógico,
les convierten en hambrientos
cuando el hambriento eres tú.
La humanidad de su evidencia,
les convierte en solidarios
cuando el solidario eres tú.
La necesidad de su existencia,
les convierte en perseguidos
cuando el perseguido eres tú.
La rebeldía de su transparencia,
les convierte en combatientes
cuando el combatiente eres tú.
del poemario: "La agonía que no cesa".2009.
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Poema publicado el 05 de Mayo de 2012
"Solo las mujeres racistas buscan príncipes azules".
En el Olimpo de las divinidades,
hay numerosas variedades de dioses
que según tus posibilidades
esperan turno para ser contratados.
Hay dioses,
divina y primorosamente acoplados
en sus confortables e irrenunciables tronos celestiales,
que mantienen a rajatabla y a quemarropa,
el resplandeciente triángulo de su superioridad,
y la impecable, inmaculada y majestuosa
blancura de su barba,
a costa del sufrimiento, la incultura y la pobreza
de sus fieles.
Que te acuerdes de ellos en sus oraciones, les gusta,
pero les fascina que a una intensiva, absurda y repetitiva
retahila de ritos y plegarias,
acompañe siempre un esplendoroso y constante donativo.
Hay otros dioses, que cortan de raíz el contrato
y la letra pequeña del mismo.
Cortan de raíz
el reclutamiento canalla y precoz del alistamiento.
Cortan de raíz la oración.
Cortan de raíz la explotación.
Cortan de raíz la humillación.
Cortan de raíz la ostentación.
Cortan de raíz la provocación.
Cortan de raíz la contradicción.
La sencillez de su idioma,
la honradez de su mensaje,
y la pureza de su árbol genealógico,
les convierten en hambrientos
cuando el hambriento eres tú.
La humanidad de su evidencia,
les convierte en solidarios
cuando el solidario eres tú.
La necesidad de su existencia,
les convierte en perseguidos
cuando el perseguido eres tú.
La rebeldía de su transparencia,
les convierte en combatientes
cuando el combatiente eres tú.
del poemario: "La agonía que no cesa".2009.
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