Yo, que me sigo negando a tantas cosas.
Poema publicado el 09 de Mayo de 2012
"Todas,
absolutamente todas las biografías humanas,
son bombas fétidas de hipocresia
envasadas al vacío".
Yo,
que me niego a participar
en la gran farsa cultural de la vida.
Yo,
que me niego a ese negocio sucio y soez de la justicia,
de paga y vete.
Yo,
que me niego a ese tipo de libertad,
libertad si, pero... mucho cuidado con lo que hablas
y escribes.
Yo,
que me niego que el filo afilado del progreso,
pase lentamente a cuchillo,
pueblos y personas de leyenda.
Yo, que me niego a que pague más el que más tiene,
sino evitar que unos pocos tengan tanto.
Yo,
que me niego a recibir en mis territorios
a tantos poetas uniformados con la mierda de los premios.
Yo,
que me niego que la señal de la cruz
recorra la parte superior de mi silueta,
porque entre otras cosas,
todo ese tipo de señales y sumisiones,
confunden y humillan al ser humano.
Yo,
que me niego a llevar la contraria al abuelo
que murió sin conocer la mar,
y ante mi infantil asombro enrabietado, me decía:
-Hijo, que le vamos a hacer, si dios lo ha querido así.
Yo,
que me he negado a tantas cosas
por no disgustar a mi madre,
ataré mi embarcación al puerto inmaculado de mi cuna,
y entre adioses de alondras, mieses y amapolas,
esperaré a la muerte,
con una serena y desapercibida tranquilidad.
del poemario: Hoy por tí y mañana también. 2007.
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Poema publicado el 09 de Mayo de 2012
"Todas,
absolutamente todas las biografías humanas,
son bombas fétidas de hipocresia
envasadas al vacío".
Yo,
que me niego a participar
en la gran farsa cultural de la vida.
Yo,
que me niego a ese negocio sucio y soez de la justicia,
de paga y vete.
Yo,
que me niego a ese tipo de libertad,
libertad si, pero... mucho cuidado con lo que hablas
y escribes.
Yo,
que me niego que el filo afilado del progreso,
pase lentamente a cuchillo,
pueblos y personas de leyenda.
Yo, que me niego a que pague más el que más tiene,
sino evitar que unos pocos tengan tanto.
Yo,
que me niego a recibir en mis territorios
a tantos poetas uniformados con la mierda de los premios.
Yo,
que me niego que la señal de la cruz
recorra la parte superior de mi silueta,
porque entre otras cosas,
todo ese tipo de señales y sumisiones,
confunden y humillan al ser humano.
Yo,
que me niego a llevar la contraria al abuelo
que murió sin conocer la mar,
y ante mi infantil asombro enrabietado, me decía:
-Hijo, que le vamos a hacer, si dios lo ha querido así.
Yo,
que me he negado a tantas cosas
por no disgustar a mi madre,
ataré mi embarcación al puerto inmaculado de mi cuna,
y entre adioses de alondras, mieses y amapolas,
esperaré a la muerte,
con una serena y desapercibida tranquilidad.
del poemario: Hoy por tí y mañana también. 2007.
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